Claman por la provisión de agua potable a una comunidad indígena

Unas 53 familias de la comunidad indígena Naranjito-Río Verde del distrito de Santa Rosa del Aguaray claman desde hace años por la provisión de agua potable. Actualmente, el vital líquido debe ser acarreado con un carro estirado por caballo tanto para el consumo de los nativos como para los trabajos de construcción de bloque de aulas.

El poblador Elio Benítez a diario debe acarrear el vital líquido para el consumo y las obras.
El pabellón que construye la Gobernación de San Pedro en la comunidad nativa Naranjito-Río Verde de Santa Rosa del Aguaray.
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SANTA ROSA DEL AGUARAY, Dpto. de San Pedro (Omar Acosta, corresponsal). La población de Naranjito-Río Verde está integrada por unas 53 familias que a fuerza de reclamos y movilizaciones lograron inversiones públicas en su comunidad. Sin embargo, un clamor sin respuesta desde hace años es la falta de provisión de agua potable.

La comunidad, mediante el apoyo de varios ciudadanos y empresas privadas consiguió años atrás mejoras en el ámbito educativo, con la donación de materiales didácticos y mobiliarios. El Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) también construyó un sanitario sexado y colocó un tanque elevado, pero el sistema no pudo funcionar justamente por la falta del vital líquido.

La secretaría de Estado asimismo instaló en el lugar un aula móvil que no se pudo utilizar debido al excesivo calor y el acondicionador de aire no funcionaba.

Actualmente, la Gobernación de San Pedro emprende la construcción de un bloque de dos aulas y un sanitario, pero el agua continúa siendo la mayor necesidad de los nativos.

Un poblador identificado como Elio Benítez debe acarrear a diario con un carro estirado por caballo el vital líquido para que sea utilizado tanto para el consumo de los nativos como para la obra emprendida por la institución departamental.

“Seis veces por día traigo agua. No nos hacen caso, no tenemos pozo ni una red de cañerías”, dijo Benítez.

El líder de la comunidad, Hilario Torales, señaló que el Instituto Paraguayo del Indígena (Indi) presentó un proyecto para dotar con agua potable a la comunidad. Dijo que incluso el ente estatal había realizado un desembolso inicial de unos G. 122 millones para la construcción de un pozo y una red de cañerías.

Añadió que el dinero pecisamente fue retirado por él junto con un funcionario del Indi, a quién identificó como Carlos Villagra. Sin embargo, según Torales, el empleado llevó todo el dinero bajo la excusa que se encargaría por completo de las gestiones para la obra.

“Andá a tu comunidad, la otra semana van a comenzar los trabajos. Así nos dijo”, relató.

El líder nativo añadió que como no se realizaban los trabajos presentó su reclamo al Indi, pero hasta la fecha no tiene respuesta.

Intentamos obtener la versión del presidente del Indi, Édgar Olmedo, sobre la denuncia, pero no atendió nuestras llamadas a su celular.