“Vayan a ver cómo sufren madres con cáncer”

En tono molesto, el ministro de Salud pidió a quienes se oponen a la vacuna contra el cáncer del cuello uterino que vayan al Instituto del Cáncer para constatar el sufrimiento que deja este mal, que constituye la segunda causa de muerte de mujeres.

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El doctor Antonio Arbo se dirigió a los “incrédulos” que aún ponen cuestionamientos sobre la efectividad de las dosis a ser aplicadas a niñas de 10 y 11 años de edad.

“Aquellos que son incrédulos, vayan al Instituto del Cáncer y vean cómo viven las madres que sufren este mal”, manifestó, en contacto con Canal 100.

Cuestionó que haya sectores que intentan impedir la medida preventiva, con argumentos como la iniciación sexual precoz o posibles efectos secundarios.

En la víspera, el secretario de Estado debió reunirse con los directores de algunos colegios para convencerlos sobre la efectividad de la vacuna, ya que inicialmente se resistieron a la campaña.

Entre las instituciones renuentes figuraban el Técnico Javier, Sor Eusebia Palomino, Monseñor Lasagna, Santo Domingo Savio y María Auxiliadora.

El ministro Arbo aclaró que no todas las niñas del país podrán ser vacunadas, debido a que no se dispone de suficientes dosis.

Ratificó que la campaña actual va dirigida únicamente a las personas de 10 y 11 años de edad.

Ante los reclamos de padres sobre la limitación, reconoció que “sería populista de mi parte decir que vamos a vacunar a todas las niñas”.

Mencionó que solo se disponen de 500.000 dosis para 140.000 niñas, que deben recibir tres aplicaciones cada una.

Indicó que de no haberse limitado la población beneficiada, se hubiese creado un desorden en la campaña. “No se completaría la vacunación con nadie y sería un desorden”, aseveró.

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