Éver Antonio Castellani Aquino tenía 42 años y se dedicaba a la venta de joyas que ofrecía a través de diferentes avisos en las redes sociales. El miércoles pasado un supuesto comprador le estuvo escribiendo insistentemente con la intención de ir hasta su local a comprar una joya que ofrecía, pidiéndole que le enviase la dirección para ir hasta allí.
El grupo volvió a reunirse en torno a la mesa del bar en la que sus integrantes eran capaces de solucionar los problemas del mundo en una noche. Trabajo, chistes varios, la referencia a algunas figuras femeninas vigentes y la infaltable, y cada vez más recurrente, mención a los achaques de la edad.
Algunos críticos sostienen que los sacerdotes no deben hacer discursos políticos desde el púlpito y dedicarse solo a difundir aspectos dogmáticos y del campo de la fe, otros sin embargo les reclaman más compromiso con el pueblo del que forman parte, y que se conviertan a la vez en canalizadores de las denuncias y necesidades de los más vulnerables.
Ningún intendente fue obligado a punta de pistola a candidatarse para llegar al cargo. Todos lo hicieron en el pleno ejercicio de su libertad, y con la ambición de administrar, o seguir administrando, el dinero y los demás recursos públicos de los contribuyentes de cada municipio.