"De acuerdo con los últimos datos disponibles, actualmente no existe ninguna órbita que indique que los restos del cohete chino podrían caer en suelo europeo", indicó a EFE Jorge Lomba, jefe del departamento de Espacio del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI).
Según los últimos datos de que dispone este experto español, los restos del cohete estarían este mediodía muy próximos a impactar con el escudo de la atmósfera y se situarían "por debajo de los 200 kilómetros de altura", lo que podría indicar que entrarían hacia las 21:17, hora española (19,17 UTM), +- seis horas.
Lo más probable, explicó Lomba, es que el cohete se desintegre en su mayor parte cuando entre en la atmósfera, pero aseguró que la trayectoria del aparato apunta a que los restos -en caso de haberlos- caerían en latitudes mas bajas que las de Europa y es mas posible que se precipiten sobre el océano que sobre tierra firme.
El cohete chino, que despegó el pasado 24 de julio de la isla de Hainan y tenía como objetivo transportar un módulo a la estación espacial orbital china, la "Tiangong", está dando vueltas a la Tierra.
En las últimas horas la cancillería china aseguró que las probabilidades de que el Long March 5B (Larga Marcha 5B) cause daños tras su caída a la Tierra son "extremadamente bajas" y advirtió de que "en su etapa final, el cohete vuelve a entrar en la atmósfera y allí la mayoría de sus componentes serán destruidos".
En mayo del año pasado, otro cohete Larga Marcha 5B puso en alerta a los servicios de vigilancia de todo el mundo, pero terminó desintegrándose casi en su totalidad y los restos cayendo en el océano Índico, sin causar daños.