Leclerc salda su cuenta pendiente y Sainz acaba tercero en Mónaco

Adrian R. HuberMadrid, 25 may (EFE).- El monegasco Charles Leclerc (Ferrari) ganó este domingo el Gran Premio de Mónaco, el octavo del Mundial de Fórmula Uno, disputado en las calles del principado de la Costa Azul, en las que su compañero, el español Carlos Sainz, acabó tercero. Donde saldó una cuenta pendiente, al ganar por primera vez en casa. Convirtiéndose, además, en el primer piloto de su nacionalidad en hacerlo en su país, en los 75 años de historia de la categoría reina.

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Leclerc, de 26 años, logró su sexta victoria en la F1 -la primera de la temporada- al ganar la carrera más icónica del año por delante del australiano Oscar Piastri (McLaren), que fue segundo, y de Sainz, que logró este domingo su vigésimo segundo podio en la categoría reina, el cuarto de la temporada. En una carrera que el otro español, el doble campeón mundial Fernando Alonso (Aston Martin), acabó undécimo; y que el mexicano Sergio Pérez (Red Bull) abandonó, tras accidentarse -sin consecuencias físicas- en la primera vuelta, perdiendo el tercer puesto en el Mundial.

Leclerc saldó una cuenta pendiente. El sábado había firmado su tercera 'pole' en casa, donde con anterioridad no sólo no había ganado, sino que nunca había subido al podio. Este domingo, al fin, lo logró. Pudo dedicarle el triunfo a su fallecido padre, al que considera el gran artífice de su carrera profesional. Causó el furor de sus compatriotas, al ganar una carrera en la que el astro francés Kylian Mbappé dio el 'banderazo' de llegada. Y provocó las lágrimas de emoción, durante la entrega de premios, del Príncipe Alberto de Mónaco.

Sainz completó una jornada gloriosa para Ferrari, al acabar tercero, después del susto inicial provocado por el pinchazo que sufrió en el primer giro. El talentoso piloto madrileño firmó su cuarto podio del año. El vigésimo con Ferrari y el vigésimo segundo de su carrera en la categoría reina.

El 22 del 55: el número que lleva en su monoplaza.

El triple campeón del mundo neerlandés Max Verstappen (Red Bull), líder del Mundial, acabó sexto, por detrás de los ingleses Lando Norris (McLaren) y George Russell (Mercedes), cuarto y quinto, respectivamente este domingo en Montecarlo. Donde 'Checo' se vio envuelto en un accidente en la primera vuelta, subiendo hacia el Casino, con los dos Haas del danés Kevin Magnussen y del alemán Nico Hülkenberg. Un percance que provocó una interrupción de unos 40 minutos -con bandera roja-, la re-salida, desde la parrilla; y el abandono del trío implicado.

Tras su peor fin de semana del año, Verstappen lidera el Mundial con 169 puntos, 31 más que Leclerc y con 56 sobre Norris. Carlos ascendió al cuarto puesto, con 108 unidades: una más que 'Checo', quinto ahora en la general.

Leclerc había sido el más rápido en los entrenamientos del viernes, volvió a liderar la tabla de tiempos en el último libres del sábado; y unas horas después firmó, en la sobre el papel decisiva calificación, su vigésima cuarta 'pole' desde que corre en F1. Su primera de la temporada. Y la tercera en Mónaco.

El compañero de Sainz contaba cinco victorias en la categoría reina, pero ninguna de ellas tuvo lugar en Mónaco; donde, además, nunca había subido al podio para ser festejado por sus compatriotas.

A la tercera iba a ser la vencida. Dos veces con anterioridad había firmado la 'pole'; pero las dos tuvo mala suerte. Especialmente, en 2021, cuando tuvo una avería en la vuelta de formación y no pudo ni tomar la salida. Un año después, arrancó primero, pero acabó cuarto; en una carrera que ganó 'Checo' por delante de Sainz, que repitió ese día el segundo puesto del curso anterior.

Esta vez Leclerc no dejó pasar su gran oportunidad y encabezó el gran día de Ferrari, que se ha situado a 24 puntos de los 276 con los que lidera el Mundial de constructores la, de momento, dominante escudería austriaca.

Junto al ídolo de la afición local partía, en la primera fila, Piastri, con el McLaren luciendo los colores de la bandera de Brasil, en honor a Ayrton Senna, uno de los grandes mitos de la F1, fallecido hace 30 años (cumplidos el pasado 1 de mayo) y cuyas seis victorias en Mónaco no iguala nadie. La joven estrella 'aussie' mantuvo la plaza y festejó su tercer podio en la categoría reina, el primero de este curso.

Por detrás, en funciones de guardaespaldas de Leclerc -como él mismo reconoció tras la calificacion-, pero apuntando al podio, salía Sainz, al lado de su ex compañero y amigo -y rival asimismo en los campos de golf- Lando, en el otro coche de la escudería de Woking. Con Russell (Mercedes) en el quinto puesto de la parrilla; y Verstappen -cuya racha de 'poles' seguidas (8) en la F1 se acabó el sábado- desde el sexto.

Alonso había quedado eliminado, al igual que 'Checo', en la Q1. En la que el doble campeón mundial asturiano había firmado el decimosexto tiempo; y el mexicano, el decimoctavo. La posterior descalificación en la cronometrada principal de los Haas -trasvasados al fondo de la parrila- les hizo avanzar dos puestos en parrilla, por lo que Fernando arrancó decimocuarto; y Pérez, decimosexto.

Los cuatro primeros afrontaban la carrera con neumáticos medios. Los dos Mercedes y Verstappen, con duros. El mismo compuesto que eligieron Alonso y 'Checo'.

Nada más darse la salida, se produjo el primer susto y la carrera quedó interrumpida, con bandera roja, a causa del citado accidente -por fortuna sin mayores consecuencias físicas- de 'Checo' con los dos Haas.

En la subida desde Santa Devota al Casino, Magnussen embistió por detrás al RB20 del mexicano, que a su vez tocó el Haas de Hülkenberg. El coche de 'Checo', subcampeón del mundo el año pasado, quedó completamente destrozado, aunque el bravo piloto tapatío salió del mismo por su propio pie y sin problema alguno, al igual que los dos integrantes de la escudería Haas.

Los tres pilotos quedaron fuera de una carrera que se reanudó casi 40 minutos después desde una parrilla en la que tampoco estaba ya el francés Esteban Ocon (Alpine). Alonso, con la retirada de su ex colega galo, lo hizo desde la decimotercera.

Todos cambiaron las gomas: los que habían elegido duros, colocaron medios; y viceversa.

Esta vez, la salida fue limpia; y a pesar de que se investigó otra acción entre Carlos y Piastri, fue desestimada rápidamente. Y, al no haber nuevos incidentes, como era de esperar, se mantuvieron las posiciones.

Tras las primeras 35 vueltas, Leclerc lideraba con algo más de un segundo sobre Piastri, cuatro sobre Sainz y algo más de cinco sobre Norris. A bastante más distancia, quince segundos por detrás, circulaba Russell; y Verstappen parecía conformarse con la sexta plaza.

Alonso, que había rebasado al australiano Daniel Ricciardo (RB) después de la resalida, era duodécimo, en la pista en la que festejó dos de sus 32 victorias en la F1. Y traspasado el ecuador de la prueba se mantenían las posiciones, sin que nadie hubiese entrado a cambiar neumáticos.

El primero en hacerlo, en la 43, fue el canadiense Lance Stroll, el compañero de Fernando, que puso los duros antes de sufrir un pinchazo siete giros más adelante, para salir de zona de puntuación y acabar la prueba en decimocuarta posición; tres puestos por detrás del genio astur, que avanzó uno para acabar undécimo.

En la 52 paró Hamilton para intentar hacerle un 'undercut' a Verstappen, que se defendió del mismo a la siguiente, instalando asimismo el neumático duro. Sir Lewis se conformó con la séptima plaza y con marcar la vuelta rápida de una carrera cuyo desenlace lo iba a marcar el desgaste de las gomas -especialmente los que iban con medios-, cuando, a falta de quince para el total de 78, a Leclerc y a Norris -cuarto- apenas les separaban seis segundos.

Norris atacó a Carlos y 'Mad Max se lanzó a por Russell. Pero, como era de esperar, adelantar es casi imposible a orillas de la Costa Azul.

Leclerc hizo llorar de alegría al Príncipe Alberto tras llevar el triunfo hasta meta; donde le dio el banderazo de llegada Mbappe, campeón mundial de fútbol con Francia en 2018, y subcampeón cuatro años después. Al que Sainz, declarado madridista, espera volver a encontrarse pronto. Pero en otro tipo de circunstancias.

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