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El equipo de Jorge Sampaoli debutará en las eliminatorias del próximo Mundial el 8 de octubre frente a Brasil en Santiago y cinco días después se enfrentará con Perú en Lima.
El entrenador argentino parece poco dispuesto a hacer experimentos y confiará en los jugadores que fueron determinantes para que Chile levantara hace apenas unos meses la primera Copa América de su historia.
El arquero Claudio Bravo, el defensa Gary Medel, el volante Arturo Vidal y el delantero Alexis Sánchez son intocables para Sampaoli y constituyen la columna vertebral de una selección que busca llegar a su tercera Copa del Mundo consecutiva.
La ausencia más dolorosa es la de Charles Aránguiz, que en agosto se rompió el tendón de Aquiles en un entrenamiento del Bayer Leverkusen alemán, al que había llegado apenas unos días antes.
Estará de baja unos ocho meses y Sampaoli deberá pensar en un centro del campo sin su principal estandarte, un futbolista con un juego poco vistoso pero fundamental tanto en ataque como en defensa.
La novedad en la Roja para el inicio de las eliminatorias es la presencia del delantero Fabián Orellana, del Celta de Vigo español.
Orellana no se pone la camiseta de su selección desde marzo pasado en un amistoso frente a Irán disputado en Austria, y no formó parte de la plantilla que ganó la Copa América.
Según trascendió poco antes del torneo, al delantero no le sentó bien que Sampaoli lo convocara solo para entrenar y como reemplazo por si había alguna baja de última hora y se marginó del equipo.
Pero la decisión de Orellana no molestó al seleccionador, que ahora lo ha llamado para los duelos ante Brasil y Perú en detrimento de Mauricio Pinilla, que no ocultó su sorpresa por quedar fuera de la nómina.
Arturo Vidal y el ariete Eduardo Vargas están entre algodones en sus respectivos equipos del fútbol alemán y el cuerpo técnico de la Roja sigue con atención su evolución.
El volante del Bayern Múnich tiene problemas en una rodilla y Vargas, del Hoffenheim, molestias en un tobillo, aunque Sampaoli cuenta con ambos para los partidos de Chile.
Desde la final de la Copa América en la que superó a la Argentina de Lionel Messi en la tanda de penaltis, Chile ha jugado solo un amistoso.
Fue el 5 de septiembre pasado en Santiago frente a Paraguay. La Roja se impuso por 3-2 con un gol de Alexis Sánchez a última hora en un encuentro sin brillo.
Los choques ante Brasil y Perú serán una buena piedra de toque para ver si Chile conserva el tino y el hambre de gloria que mostró en la Copa América.