“El arte es un aliento en tiempos de tantos conflictos y guerras”

La pianista brasileña Juliana Rodrigues se presentará en nuestro país.Archivo, ABC Color

Juliana Rodrigues es uno de los nombres destacados de la actualidad del jazz en Brasil. Ella actuará hoy en el Festival Jazz al Este, compartiendo escenario con artistas de otros países, y el domingo en Drácena. La artista habló con ABC Color sobre su carrera, el arte y el rol de la mujer en la música.

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Juliana es de familia de músicos, a los 7 años empezó a estudiar piano y nunca más paró. Su música propia la trae ahora a Paraguay, lo que para ella significa un “honor y responsabilidad”, que además le genera felicidad.

La pianista, que se formó en diferentes lugares como el Newpark Music Centre, de Irlanda; el Conservatorio Souza Lima, de Brasil (partner global de Berklee College of Music) y en la Escola de Música do Estado de São Paulo (EMESP) Tom Jobim, ha tocado con numerosos músicos de diferentes países.

Ese intercambio entre colegas es para ella “lo más bonito del arte”. “Siempre nos renovamos cuando conocemos nuevas formas de hacer música y trayectorias diferentes a las nuestras”, señaló Juliana.

La brasileña mencionó además que cuando se comparte música con alguien más “tienes acceso a una parte muy íntima del pensamiento de esa persona. La forma en que entendemos el mundo, nuestros deseos y miedos quedan expuestos de par en par cuando tocamos juntos. Esto es una gran enseñanza de apreciación y comprensión del otro y de uno mismo, esencial para comprender el lugar que ocupamos y la representatividad de nuestro trabajo”, pensó.

Asimismo, expresó que el hecho de poder estudiar en el extranjero fue “primero un gran aprendizaje en el campo personal”. “Experimentar otras culturas y estar sola en un país tan diferente al mío me expuso a varios desafíos que me hicieron madurar como persona principalmente”, señaló.

Y todo ese aprendizaje personal, añadió, se refleja en el profesional. “Por lo tanto, haber adquirido una mayor madurez emocional me ha dado muchas herramientas para entender y lidiar mejor con mis deseos y necesidades de expresarme a través de la música”, comentó.

Las mujeres en la música

“Las mujeres son extremadamente desvalorizadas y desmerecidas”, sentenció sobre las oportunidades y el rol de la mujer dentro del mundo del jazz hoy en día, tanto en su país como en el mundo.

La artista explicó que actualmente, en Brasil se está viviendo un momento en que está muy en boga la discusión sobre la participación femenina. “Por eso ha sido un poco más común tener la oportunidad de ver a mujeres en el escenario, y hay muchos colectivos que realizan actividades que apuntan a apoyar nuestra presencia en la industria de la música. Yo misma soy parte de uno, el Coletivo Boca de Leoa (Colectivo Boca de Leona). Pero a pesar de esto, todavía somos una minoría. Y todavía estamos atravesando el proceso del auto reconocimiento, de conseguir no solamente vernos a nosotras mismas como músicos, sino también conseguir ver a otras mujeres (¡iguales a nosotras!) como tal, para que podamos reconocernos como socias potenciales entre nosotras”, reflexionó.

Juliana afirmó que “es una alegría observar que tal movimiento está sucediendo”, pero advirtió que el hecho de “pensar que el feminismo ha existido durante mucho tiempo demuestra lo atrasados que estamos para discutir los problemas que plantea” recién ahora. “Digo atrasados porque es importante destacar que la mujer siempre estuvo presente en la música. Siempre. Pero no siempre es destacada, y tampoco siempre puede generar el sustento para su vida a través de eso, ni tampoco asumir y vivir su música con plenitud”, observó.

Rodrígues enfatizó también que la presencia de la mujer en la música no es algo nuevo. “Es importante destacar que el espacio que las mujeres tenemos hoy es gracias a la presencia y resistencia de tantas otras mujeres de generaciones anteriores a la nuestra, y que el hecho de que en la actualidad sea más favorable ver más mujeres presentes en la música no significa que no estábamos presentes antes. Siempre estuvimos”, sentenció.

Justamente aquí compartirá escenario en Drácena con un cuarteto conformado por mujeres: Lara Barreto, Magalí Benítez, Paula Rodríguez y Julieta Morel. La pianista afirmó lo ansiosa que está por conocer a las artistas e intercambiar experiencias con ellas. “Tengo la certeza de que será una gran presentación y espero que podamos no solo mirarnos unas a otras sino también tocar juntas”, dijo.

Arte comprometido

En relación a la labor de un artista y a lo que un trabajador del arte debe cultivar, Juliana refirió que lo más importante es tener “consciencia social”. “Es necesario que entendamos primeramente que la capacidad de crear es para nosotros inherente. Siendo así, el arte es la expresión de un pueblo, hace parte de su identidad. Eso en su forma más pura, que es la libre y espontánea creación”, reconoció.

Cuando se trata de vivir el arte, de transformar el arte en profesión, dijo, “se crean nuevas demandas”, observó, por el hecho de “encontrar un vehículo para el arte y para registrarlo de forma adecuada, ejecutarlo en lugares propicios, tener los instrumentos necesarios y la formación técnica para realizarlo”.

Asimismo, puntualizó que todo eso “no es accesible a gran parte de la población de todo el mundo”, lo que significa que “el arte como profesión es un privilegio, ya que pocos tienen acceso a eso” y ahí se hace necesaria “la consciencia social”, porque “el artista que no consigue ver el arte separado de la profesión, y destacarlo sobre las necesidades del mercado, acaba por negar muchas manifestaciones artísticas, y eso puede representar la perpetuación de preconceptos y también vaciar de significado lo que es producido por grupos poblacionales específicos”.

“El arte sí es un aliento para todos nosotros especialmente en tiempos de tantos conflictos y guerras, y sí tiene un poder inconmesurable de transformación, pero eso solamente cuando el arte no es vivido como un privilegio. El arte que no propone discusiones culturales y sociales se está negando a sí mismo”, reconoció.

Así, el arte que cultiva Juliana es la música, lo que para ella representa un camino para entenderse a sí misma y entender al mundo. “Como me acompañó toda la vida, me doy cuenta que ella (la música) es principalmente la lente con la que observo el mundo. Son las ideas y los deseos que despierta en mí la música, los que me guían en mis decisiones. Por tanto la música es un camino para mi autoconocimiento. A través de ella comprendo qué lugares quiero y debo ocupar y qué representatividad conlleva eso”.

Creación propia

En Paraguay, Juliana Rodrígues se presentará con un trío que conforma junto a Abner Paul y João Benjamín. Presentarán “Mnemosine”, su primer disco y algunas composiciones nuevas que todavía no fueron grabadas, según adelantó la pianista.

“Los shows serán enteramente autorales, tocaremos solamente composiciones propias. En Asunción también voy a dar un taller de creación musical. Para el taller la idea es que discutamos sobre lo que es la creación musical y el compositor, y crearemos música juntos”, concluyó.

El Festival Jazz al Este se realizará hoy, desde las 17:00, en el Anfiteatro Lago de la República, de Ciudad del Este. Actuarán también el saxofonista y cantaor español Antonio Lizana, el Jazzcaré Trío, integrado por músicos de Brasil y Argentina, y desde nuestro país Los Panas Jazz Group. El acceso será libre y gratuito.

Finalmente Juliana actuará en Asunción el domingo 24, en Drácena (México 732 c/ Herrera), a las 20:30. Las entradas costarán G. 25.000. Esa tarde, a las 17:00, Juliana ofrecerá un taller de creación musical en el mismo sitio. La inversión es de G. 200.000. Para reservar lugar se puede llamar al (0983)615-898.

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