Mágico descubrimiento francés

Nach, Xavier Polycarpe y Gaël Faure, durante su show en Asunción.Archivo, ABC Color

Un recorrido entre explosivo y sutil, con tres texturas de voces diferentes y energías envolventes, fue la noche francesa, donde los cantantes Nach, Gaël Faure y Xavier Polycarpe se dieron a conocer en Paraguay.

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Quizás para la mayoría de la gente, en nuestro país o en la región, los tres nombres citados sean desconocidos. Y es que por la lejanía o por la cantidad de propuestas musicales que nacen en el mundo, nunca podremos llegar a conocer todo lo que hay.

Pero a veces suceden ciertos eventos que materializan la presencia de nombres que valen la pena conocer. Ese fue el caso de los tres cantantes franceses Nach, Gaël Faure y Xavier Polycarpe, quienes se presentaron el pasado jueves en la Residencia Francesa. El concierto fue ofrecido por la Embajada de Francia y la Alianza Francesa.

El clima se prestó para disfrutar del concierto, con los instrumentos de los músicos desplegados en el patio de la residencia. El primero en salir a escena fue Gaël Faure, quien, papel en mano, regaló a capela su versión de “Quimey Neuquén”, de José Larralde.

Faure se calzó seguidamente la guitarra, para entregar temas de su último álbum de estudio llamado “Regain”. Así sonaron “Quelque chose sur la lune”, “Siffler”, “Only wolves”, “Colibri” y “Traverser l’hiver”. También hizo una magnética versión de “Get Up, Stand Up”.

El cantante y guitarrista hizo gala de su talento, conquistando al público con una voz de mucho cuerpo, rango vocal y que resonaba con brío envolviendo toda la casa. Eso sumado a su fascinante manejo de la guitarra y sus expresiones corporales lo convirtieron en el primer gran descubrimiento de la noche.

A él lo siguió la también cantante y pianista Nach, quien ingresó con tranquilidad y calma, empezando así su presentación, para luego ir creciendo y mutando, demostrando también que tiene una camaleónica voz, entre angelical, poderosa y sublime.

Ella hizo también temas propios como “Dans Les Yeux de Ma Mère”, “Moi Tout à Toi” y “La Couleur de L’Amour”, buscando el coro del público, que se mostró algo tímido pero encantado.

Al final salió a escena Xavier Polycarpe, quien alternó entre las teclas y la guitarra, acompañado de programaciones, para hacer “Nobody’s But Me”, “Deux Ailes à Ella”, “Let’s Burn Again”, “Melting With The Blowing Wind” y “Minute”. Temas que saltan de un estado anímico a otro, traduciendo en música la versatilidad escénica y vocal de Xavier, un artista poseedor de otra gran voz y cuya entrega a la música es encantadora.

Los tres se juntaron al final para hacer “Tant qu’on a plus rien à perdre”, “Qui c’est celui là” y “Helplessly Hoping”, bien cercanos al público y abrazándolos con cálidas armonías mientras la noche caía.

Hoy en día, gracias a internet, podemos hacer estos descubrimientos, pero esta fue una oportunidad única para presenciar la magia de estos talentos franceses.

victoria.martinez@abc.com.py

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