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Cerro Porteño plantó un hito histórico ayer al pie de la Cordillera de Los Andes, al hacer honor a su mote de Ciclón para resarcirse de un 0-2 y terminar ganando 3-2, para ser el mejor del Grupo 5 de la Libertadores. El arribo a octavos de final en la edición 2011 será inolvidable. Fabbro, con dos goles, e Iván Piris fueron los goleadores azulgranas. El próximo rival será Estudiantes de La Plata, con el partido de ida en la Olla. Por su parte, Libertad enfrentará a Fluminense.Un pequeño grupo de paraguayos observó anoche la histórica clasificación de Cerro Porteño a los octavos de final de la Copa Libertadores 2011, en el estadio Monumental colocolino. Con base en una reacción que nació del corazón, el Ciclón se repuso de su desconcierto inicial para terminar imponiéndose a un Colo Colo que se vino abajo ante el cambio de rumbo impuesto por los futbolistas azulgranas.
El final de este capítulo quedará en la historia, sobre todo porque se logró sacar de encima ese pesado manto de la inoperancia, para terminar celebrando en un reducto difícil como el estadio Monumental.
Como otros principios, el de ayer fue desastroso. Cerro era un horror en su área y un terror en la del rival, donde no logró sacar provecho de su manejo constante de la pelota, en el mediocampo, donde mejor se siente, pero que al pasar a los extremos sufre una barbaridad.
Tres llegadas del rival, en sendos contragolpes fueron dos goles. Una de ellas tapó Diego, pero en las dos restantes quedó nuevamente demostrada la tremenda ineficacia defensiva. Jorquera, primero, y Paredes, después, pusieron el 2-0 (4 y 20 minutos respectivamente) para nublar el horizonte azulgrana que parecía encaminarse a otro desencanto.
Fabbro, con perfecto remate a poco del final del primer tiempo, encendió una luz de esperanza con la que se fueron al vestuario. En el reinicio, el chiquilín Iván Torres hizo una de hombre grande genial, y ganó por el sector izquierdo, la recepcionó Fabbro para ceder a Piris que con convicción puso el empate y el cambio de rumbo en el partido.
Cerro logró contener el balón y quitarle espacios al rival que se desplomaba al ver sus limitaciones aumentar. El juego cayó en intensidad, con el Ciclón dominando las acciones pero sin profundidad, salvo el cabezazo de Ganso que pasó muy cerca. Y se llegó al minuto 43, en el que Fabbro ejecutó el tiro libre desde el sector derecho, una obra de arte que puso el 3-2 definitivo, que eleva al Ciclón a lo más alto de su grupo y sustenta su sueño de ir mejorando y avanzando.
El final de este capítulo quedará en la historia, sobre todo porque se logró sacar de encima ese pesado manto de la inoperancia, para terminar celebrando en un reducto difícil como el estadio Monumental.
Como otros principios, el de ayer fue desastroso. Cerro era un horror en su área y un terror en la del rival, donde no logró sacar provecho de su manejo constante de la pelota, en el mediocampo, donde mejor se siente, pero que al pasar a los extremos sufre una barbaridad.
Tres llegadas del rival, en sendos contragolpes fueron dos goles. Una de ellas tapó Diego, pero en las dos restantes quedó nuevamente demostrada la tremenda ineficacia defensiva. Jorquera, primero, y Paredes, después, pusieron el 2-0 (4 y 20 minutos respectivamente) para nublar el horizonte azulgrana que parecía encaminarse a otro desencanto.
Fabbro, con perfecto remate a poco del final del primer tiempo, encendió una luz de esperanza con la que se fueron al vestuario. En el reinicio, el chiquilín Iván Torres hizo una de hombre grande genial, y ganó por el sector izquierdo, la recepcionó Fabbro para ceder a Piris que con convicción puso el empate y el cambio de rumbo en el partido.
Cerro logró contener el balón y quitarle espacios al rival que se desplomaba al ver sus limitaciones aumentar. El juego cayó en intensidad, con el Ciclón dominando las acciones pero sin profundidad, salvo el cabezazo de Ganso que pasó muy cerca. Y se llegó al minuto 43, en el que Fabbro ejecutó el tiro libre desde el sector derecho, una obra de arte que puso el 3-2 definitivo, que eleva al Ciclón a lo más alto de su grupo y sustenta su sueño de ir mejorando y avanzando.