A juzgar por las condiciones logradas en esta emisión soberana con una tasa pactada al 4,45% y ofertas de casi ocho veces, sin tener todavía grado de inversión, existe confianza de los mercados hacia el Paraguay y el Gobierno de Mario Abdo Benítez, y esto a pesar de haber tenido un 2019 muy duro, expresó ayer Canova a nuestro diario.
No obstante, lamentó que gran parte de lo obtenido va para pagar deuda antigua. Esto demuestra que no estamos generando lo suficiente para pagar orgánicamente la deuda que hemos contraído anteriormente, sino que vamos por lo que se conoce como una reestructuración de pasivos o “bicicleteo”.
Esta deuda bien lograda financieramente podría ser mejor aprovechada si se destina para fines de inversión, por lo que tal vez se tengan que replantear los objetivos de estas emisiones. Además, debemos preguntarnos y tener en cuenta las obras visibles que se vienen realizando con las sucesivas captaciones, desde el 2013 hasta la fecha. “Cuáles son las obras visibles de este endeudamiento”, se preguntó.
Con la última colocación de bonos soberanos por US$ 450 millones en el mercado internacional realizada por el Ministerio de Hacienda, el pasado miércoles, la deuda a través de este instrumento financiero trepó a un total de US$ 4.360 millones. Además, de los recursos obtenidos en este endeudamiento, el repago de pasivos se lleva la mayor parte, o sea el 67% del total, que son unos US$ 370 millones y solo un 30% se destinará a las proyectos de infraestructura.
Por un lado, el MOPC recibirá US$ 102,9 millones para la ejecución de obras viales, que representa el 18,8% del total de la emisión; mientras que el Ministerio de Urbanismo dispondrá de US$ 28 millones, 5,1%, para la construcción de 5.800 soluciones habitacionales en áreas rurales y subsidio habitacional, de acuerdo con los datos oficiales.
A su vez, el exministro César Barreto también criticó el sábado último en conversación con la prensa la utilización que se viene dando a los bonos soberanos.