El presidente de la Asociación de Industrias Autopartistas del Paraguay (AIAP), Martín Cuadro, lamentó que en dos meses de cuarentena, lapso en que la producción estuvo prácticamente paralizada, el rubro se vio obligado a desvincular entre el 30% y 40% del personal, que totalizaba unas 10.000 personas. “Más que créditos, necesitamos apoyo que se traduzca en exoneraciones e incentivos reales”, afirmó y recalcó que en esta emergencia sanitaria es cuando la gente más necesita un empleo. “Siendo realistas, cómo vamos a pagar préstamos siendo que no estamos produciendo ni hay ingresos”, confesó y resaltó la importancia de proteger los puestos de trabajo.
El rubro autopartes es el principal de exportación bajo el régimen de maquila, con montos de US$ 300 millones, conforme a reportes oficiales.
Cuadro indicó que con la implementación de la cuarentena inteligente, se reactivarán las fábricas pero con 200 a 250 empleados, que es un porcentaje mínimo del personal. Además, con la paralización del mercado a causa del coronavirus, la demanda cayó y por ende, se redujo la producción, lo cual implicará más despidos.
Por otra parte, Cuadro observó que el Gobierno tiene el desafío de plantear una fórmula para hacer frente a la devaluación del guaraní porque se exporta en dólares y los clientes son de Brasil, cuya moneda es real. “Paraguay pierde competitividad frente a Brasil. A los empresarios les convendría hacer sus compras en el mercado interno”, reflexionó.
Ese país mantiene sus fronteras cerradas al igual que Paraguay, y ahora lo mismo con sus oficinas de Aduanas. Al respecto, Said Taigen, de la Cámara de Comercio y Servicios de Ciudad del Este, dijo que la medida tiene impacto directo en nuestro comercio. “Pedimos a las autoridades estrategias para dar un respiro a nuestro comercio. Hoy tenemos un panorama catastrófico en las ciudades fronterizas”, relató.
Por su parte, Gustavo Volpe, de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), recalcó la importancia de que el Gobierno adquiera insumos de producción nacional, con el objetivo de blindar los puestos de trabajo.
Todos los empresarios coincidieron en que las medidas sanitarias deben estar acompañadas de mejores estrategias económicas.
Critican deuda por informales
Referentes de mipymes e industrias coicidieron en cuestionar que el Gobierno priorizar al sector informal con recursos obtenidos de la deuda de US$ 1.600 millones, mientras que los miles de empresas están al borde del quiebre. Hasta el momento, de 88.000 comunicaciones de suspensión laboral hechas al Ministerio de Trabajo, solo 9.000 obreros pudieron efectivizar la ayuda estatal, situación que deja sin dinero a miles de familias y corta la cadena de consumo.