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Según algunos comerciantes, el volumen de ventas cayó hasta en un 90%, hecho que está obligando a los propietarios de locales a la reducción de sus planteles de empleados y en otros casos a rotar a sus trabajadores de modo de no recurrir a los despidos.
El dólar se cotizaba ayer en la plaza local en 3,560 reales para la compra y 3,700 reales para la venta.
La tendencia alcista de la moneda norteamericana en el vecino país, debido a la recesión, desalienta a los “sacoleiros” a venir hasta Ciudad del Este.
Comercios emblemáticos de la ciudad ya recurrieron a la rotación dentro de plantillas de empleados para que los mismos no se queden sin fuentes de trabajo. Están pagando la mitad de sus salarios a los mismos, pues reducen el horario de trabajo a cuatro de las ocho diarias.
El sector comercial local sigue reclamando medidas de asistencia del Gobierno para sortear esta crisis, que ya se está prolongando durante demasiado tiempo.
Los comercios del microcentro, incluso, se están manteniendo con las ventas a nuestros connacionales que recurren a los grandes puntos de ventas atraídos por las ofertas que están lanzando en plaza.
El empresariado esteño plantea la necesidad de cambios profundos en la actividad comercial fronteriza. Terminar con la informalidad, trabajar por mejorar la imagen de la ciudad, la integración de una comisión de crisis para buscar soluciones y no abandonar a la comunidad en la zozobra en la que actualmente sobrevive.