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Robledo ofició ayer la misa en honor a la santa patrona de los católicos de la ciudad, la Virgen del Rosario. Dijo que mediante signos se vale Jesucristo para hacer llegar su mensaje de amor de fraternidad y solidaridad, a través de María su madre.
En ese sentido, dijo que en una boda, donde había mucha gente, faltó el vino. María se dio cuenta y en vez de hacer un escándalo por disconformidad, como con haría cualquiera, discretamente pidió a su hijo que convierta el agua en vino para celebrar la situación y así Jesús hizo su primer milagro.
“Puede ser una parábola pero más allá de todo el mensaje que se rescata es de solidaridad. Además puede entenderse como una invitación a que transformemos nuestra vida para tener el gesto de misericordia”, resaltó.
Mencionó que hay diferentes situaciones de pecado de injusticia de desprecio hacia el prójimo a la dignidad de la persona, falta de solidaridad en nuestra misma familia y es ahí donde debemos empezar a analizar nuestros actos.
Luego de la misa se llevó a cabo la procesión de la sagrada imagen. También hubo un almuerzo y show musical en el Club Social Itagüeño.