LA PAZ (EFE, AFP). Bolivia decidió ayer la expulsión de diplomáticos de México y España, tras el incidente provocado por personal español en la embajada mexicana donde están asilados exministros de Evo Morales, desencadenando una medida de expulsión recíproca de bolivianos por Madrid.
La presidenta interina Jeanine Áñez declaró “personas no gratas” a la embajadora de México, María Teresa Mercado, a la encargada de Negocios de España, Cristina Borreguero, al cónsul, Álvaro Fernández y al grupo de “presuntamente diplomáticos encapuchados y armados” envueltos en el incidente del pasado viernes.
El gobierno boliviano denunció que la encargada de negocios y el cónsul llegaron a la embajada de México, junto con personal “encapuchado y presuntamente armado” de seguridad, con el objetivo de evacuar al exministro Quintana, brazo derecho de Morales desde que llegó al poder en 2006.
En la residencia mexicana, situada en un exclusivo barrio al sur de la ciudad de La Paz, se encuentran de nueve a diez excolaboradores de Morales, desde que éste dimitiera el pasado 10 de noviembre, tras confirmarse el fraude electoral cometido en las elecciones generales del 20 de octubre para mantenerse en el poder.
Entre los asilados están los exministros Juan Ramón Quintana y Wilma Alanoca, con órdenes de detención, y otros bajo investigación fiscal.
Todos están denunciados ante la justicia boliviana, mientras La Paz dijo que no les dará salvoconductos para que salgan del país.
La canciller Karen Longaric aclaró ayer que las expulsiones “no implican de ninguna manera ruptura de relaciones diplomáticas”, pero que ahora los dos países deben nombrar a nuevos funcionarios.
Las relaciones de Bolivia con México están deterioradas desde que el gobierno de López Obrador decidió darle asilo a Morales, y a sus allegados. Bolivia protestó que este país le haya permitido tener actividad política pública, violando la condición de asilado.
El expresidente de 60 años, aliado de la dictadura comunista de Cuba y de los gobiernos autoritarios de Venezuela y Nicaragua, se trasladó luego el 12 de diciembre a Argentina, para pedir refugio, donde no ha cesado su labor política, lo cual también motivó la protesta de La Paz.
España informó que mandará a Bolivia una misión de investigación. Madrid negó “rotundamente” que la visita haya sido para “facilitar la salida” de funcionarios de Morales y que se trató de una visita “exclusivamente de cortesía”.
La ministra de Relaciones Exteriores en funciones, Margarita Robles debe comparecer públicamente en el Congreso español “cuando la investigación” sobre este caso “haya sido completada y sus resultados analizados”.
La canciller Longaric mencionó una conversación del sábado con Robles, en la que según ella la homóloga española le aseguró que en Madrid “desconocían los hechos que había ocurrido aquí y es más, desautorizaba plenamente a estos funcionarios que incurrieron en esta irregularidad e ilegalidad”.
Incidentes con México
Bolivia ha reclamado a México por las numerosas veces en que Evo Morales realizó actividades políticas, violando las normas del asilo.
La situación empeoró desde que se divulgó un audio en el que se escucha la voz de Morales pidiendo desde México a un dirigente en Bolivia realizar bloqueos para frenar el ingreso de alimentos y combustibles a las ciudades, lo que le valió una acusación ante la justicia boliviana.
Y la situación se tensó aún más por el incidente en la residencia de la embajadora mexicana, explicado en el texto, ante lo cual el Gobierno interino de Bolivia aseguró que hubo atropellos a su soberanía.