Ese es el día fijado por el Banco Central (BCRA) para que los billetes dejen de usarse, aunque podrán ser canjeados en bancos hasta el 28 de febrero, cuando desaparecerán y se convertirán definitivamente en otra de las víctimas de la inflación, que llegó al 53,8 % en 2019, según el Instituto de Estadística y Censos.
La medida tiene sus detractores y la Cámara Argentina de Comercio y Servicios pidió mantener seis meses más los billetes ante la escasez de monedas de 5 pesos en circulación.
Pese a que esta desaparición fue anunciada el pasado primero de agosto y el BCRA lleva retirados más de 50 millones de billetes de 5 pesos, aún quedan 459,6 millones circulando entre las manos de los argentinos.
Las operaciones para deshacerse de este papel moneda se intensifican conforme se acerca la fecha límite y el asunto empezó hace unos días a convertirse en broma recurrente en las redes sociales, que se llenan de gente lamentando conservar alguno de estos billetes o ingeniosos comentarios sobre cómo deshacerse de ellos.
La situación llegó a tal punto que el propio órgano de defensa de los consumidores en Buenos Aires advirtió a los establecimientos que no acepten billetes de 5 pesos y que se exponen a sanciones.
El organismo recibió numerosas quejas de ciudadanos a los que no les dejaban pagar con estos.
Mientras muchos guardarán alguno de sus billetes de 5 pesos como recuerdo, otros quizá lo harán con la idea de, dentro de unas décadas, poseer un raro objeto de colección.