Las imágenes de la cara visiblemente oscurecida de los doctores Yi Fan y Hu Weihen, del Hospital Central de Wuhan, se volvieron virales primero en las redes chinas y posteriormente dieron el salto a las plataformas occidentales.
Esta semana, el diario oficial Global Times citaba a varios expertos que explicaban que el hierro que entra en el cuerpo es metabolizado en el hígado pero que, si este órgano resultaba afectado, el hierro pasaría a fluir por el sistema circulatorio, aumentando sus niveles en la sangre.
Así pues, al llegar a través de la circulación a la cara, podría aumentar “fácilmente” la pigmentación en esa zona de la piel.
No obstante, se espera que ambos médicos recuperen sus colores de piel con el paso del tiempo.
Hu recuperó la capacidad de comunicarse con normalidad el 30 de marzo, mientras que Yi ya era capaz de levantarse de la cama y quedarse de pie sin ayuda el 3 de abril.
Según un estudio publicado a principios de marzo, en algunos casos moderados y graves de covid-19 se detectaron anormalidades en el funcionamiento del hígado.
Un médico citado por Global Times indicó que la lucha contra el covid-19 es como “matar a enemigos al tiempo que se inflige un daño sustancial a uno mismo”, y apuntó que en algunos casos los pacientes a los que se les salvó la vida presentaban lesiones en diversos órganos.
Aunque los pulmones son los más afectados por el nuevo coronavirus, se han detectado problemas en hígado, corazón, tracto digestivo y riñones a causa de la nueva enfermedad y, en ocasiones, debido a la medicación empleada durante los tratamientos, que en muchos casos es aun experimental.
Eso sí, los expertos creen que el daño infligido por el covid-19 es algo de lo que esos órganos pueden “recuperarse gradualmente” con tratamiento, y advierten que el siguiente paso en la investigación médica sobre el coronavirus será cómo hacer frente a las secuelas que deje la enfermedad.