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El conflicto en el Medio Oriente, sobre todo entre palestinos e Israel, proviene de muchísimo tiempo atrás, pero se agudizó cuando en 1948 la ONU creó el Estado de Israel.
La ONU cedió tierras para la formación de los estados de Israel y Palestina. Israel aceptó su parte, formó un estado, se afianzó rápidamente, y absorbió por la fuerza las tierras cedidas a los palestinos, que no quisieron aceptar la decisión de la ONU. Al final la Palestina quedó sin tierra, dominado por Israel y tuvo que vivir hasta hoy día bajo dominio de las autoridades judías.
Esto prendió el fuego del odio entre los países árabes, porque, como dicen, se les da una nación a los judíos, y los palestinos, que se sentían con mucho derecho sobre esas tierras, quedaron sin ellas. Aparte de que los árabes tenían poca receptividad hacia los judíos por cuestiones étnicas y religiosas.
Judíos con una patria, palestinos sin nación, sin tierra, es lo que inició una larga guerra, en diferentes formas, desde hace más de 50 años entre los palestinos y los israelitas.
Ultimamente ya no hay una guerra convencional, pero la pelea sigue en forma de ataques esporádicos, separados, por parte de kamikazes que se inmolan para atentar contra Israel, país muy poderoso económica, política y militarmente en la región, pues es el protegido de EE.UU.
En todo el transcurso de estos conflictos hubo varias guerras santas declaradas por los musulmanes que causaron miles de muertes, tanto en el lado israelí como de los palestinos. Para luchar contra los árabes, Israel recurrió varias veces a la ocupación de los territorios palestinos, formando colonias judías en los mismos.
La última intifada fue provocada por el actual primer ministro Ariel Sharon y se da la casualidad de que aparentemente será el mismo quien le ponga fin mediante un acuerdo con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas (Abu Mazen).
El conflicto entre palestinos y judíos viene de añares y seguirá no sabemos hasta cuándo. A pesar de que ahora, aparentemente, se están dando las condiciones para abrir un camino hacia la paz y crear la nación palestina. No sabemos si esto llegará a buen término.
CONFLICTO SIRIO-LIBANES
Ahora el conflicto se focaliza entre Líbano y Siria. El asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri el pasado 14 de febrero fue el detonador de esta crisis. La oposición libanesa, primero, y luego Israel y varios países acusaron a Siria de planear la muerte de Hariri.
Esto desató una grave crisis interna en Líbano, donde el pueblo se encuentra dividido entre los que apoyan la presencia del Ejército sirio en el país y los que luchan por una "independencia". Ambas partes movieron miles de personas a favor de sus posiciones políticas. Las presiones de la oposición en Líbano causaron la renuncia del Gobierno pro sirio que dirigía el primer ministro Omar Karamé, que diez días después fue renombrado por el presidente Emile Lahoud para formar nuevo gobierno.
El asesinato de Hariri también generó una grave crisis para el Gobierno de Siria, cuyo presidente, Bachar al-Asad, para evitar el agravamiento del conflicto, decidió replegar su Ejército cerca de su frontera en el valle del Bekaa, previendo para más tarde una retirada completa, pues la oposición y la presión internacional exigen un retiro total y pronto del Líbano.
OCUPACION SIRIA DEL LIBANO
La República del Líbano, con 3.776.317 habitantes, por su posición estratégica en el Mediterráneo, ha sido permanentemente invadida. Antiguamente fue ocupada por fenicios, asirios, egipcios, griegos, romanos, árabes y turcos. Hasta 1918, junto con Siria, formó parte del Imperio Otomano. Después de la Primera Guerra Mundial fue protectorado francés. Declaró su independencia de Francia el 22 de noviembre de 1943, pero por la II Guerra Mundial no pudo hacer efectiva su independencia hasta 1946. Siria reclamó siempre al Líbano como parte de su territorio.
La intervención del Líbano en la guerra árabe-israelí de 1948, su apoyo moral a los árabes en la otra guerra árabe-israelí de los Seis Días (1967) y la llegada al país de numerosos refugiados palestinos han significado una constante hostilidad de parte de Israel que, en su enfrentamiento con la acción guerrillera palestina, ha penetrado en territorio libanés en dos ocasiones, primero en 1970 y luego en 1982, desencadenando en esta última ocasión un sangriento enfrentamiento contra Beirut que no cesó hasta la salida del Líbano de los guerrilleros palestinos.
Israel ocupó durante 22 años el sur del Líbano para proteger su frontera norte de los ataques palestinos, y retiró sus tropas en mayo del 2000, mientras que las negociaciones de paz con Siria están interrumpidas desde 1999 por un desacuerdo sobre la retirada israelí de los Altos del Golán, ocupados tras la Guerra de los Seis Días (1967) hasta ahora.
La situación viene, además, agravada por los conflictos político-religiosos que enfrentan las distintas comunidades que conviven en el país y que provocaron la guerra civil de 1975-90 que dañó gravemente las estructuras económicas del Líbano, redujo su productividad a la mitad y acabó con la fama del Líbano de ser el paraíso de las finanzas del Medio Oriente (la Suiza del Oriente Medio).
La ocupación militar del Líbano por parte de Siria se realizó para neutralizar la agresión israelí en la región.
Esto fue aprobado por la comunidad internacional, pensando que con esta medida se evitaría que Líbano cayese en manos de izquierdistas palestinos o musulmanes y se lograse proteger a la élite cristiana.
A partir de ahí la influencia de Siria en el Gobierno de Líbano era muy fuerte en todos los aspectos: económico, político y sobre todo militar. Siria tiene hasta un servicio de inteligencia que funciona en territorio libanés.
Actualmente el régimen de Damasco aún mantiene 16.000 efectivos en suelo libanés.
Un acuerdo, el de Taif, en 1989, terminó con la guerra civil y consolidó el poderoso tutelaje de Siria en la política libanesa.
La presencia militar de Siria en el Líbano se remonta a 1976, cuando envió cerca de 30.000 soldados en un acuerdo con la Liga Arabe para mediar en la guerra civil libanesa. Pero tras el conflicto, los acuerdos de Taif garantizaban la presencia del Ejército sirio como contrapeso a la invasión israelí en la región.
La ONU cedió tierras para la formación de los estados de Israel y Palestina. Israel aceptó su parte, formó un estado, se afianzó rápidamente, y absorbió por la fuerza las tierras cedidas a los palestinos, que no quisieron aceptar la decisión de la ONU. Al final la Palestina quedó sin tierra, dominado por Israel y tuvo que vivir hasta hoy día bajo dominio de las autoridades judías.
Esto prendió el fuego del odio entre los países árabes, porque, como dicen, se les da una nación a los judíos, y los palestinos, que se sentían con mucho derecho sobre esas tierras, quedaron sin ellas. Aparte de que los árabes tenían poca receptividad hacia los judíos por cuestiones étnicas y religiosas.
Judíos con una patria, palestinos sin nación, sin tierra, es lo que inició una larga guerra, en diferentes formas, desde hace más de 50 años entre los palestinos y los israelitas.
Ultimamente ya no hay una guerra convencional, pero la pelea sigue en forma de ataques esporádicos, separados, por parte de kamikazes que se inmolan para atentar contra Israel, país muy poderoso económica, política y militarmente en la región, pues es el protegido de EE.UU.
En todo el transcurso de estos conflictos hubo varias guerras santas declaradas por los musulmanes que causaron miles de muertes, tanto en el lado israelí como de los palestinos. Para luchar contra los árabes, Israel recurrió varias veces a la ocupación de los territorios palestinos, formando colonias judías en los mismos.
La última intifada fue provocada por el actual primer ministro Ariel Sharon y se da la casualidad de que aparentemente será el mismo quien le ponga fin mediante un acuerdo con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas (Abu Mazen).
El conflicto entre palestinos y judíos viene de añares y seguirá no sabemos hasta cuándo. A pesar de que ahora, aparentemente, se están dando las condiciones para abrir un camino hacia la paz y crear la nación palestina. No sabemos si esto llegará a buen término.
CONFLICTO SIRIO-LIBANES
Ahora el conflicto se focaliza entre Líbano y Siria. El asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri el pasado 14 de febrero fue el detonador de esta crisis. La oposición libanesa, primero, y luego Israel y varios países acusaron a Siria de planear la muerte de Hariri.
Esto desató una grave crisis interna en Líbano, donde el pueblo se encuentra dividido entre los que apoyan la presencia del Ejército sirio en el país y los que luchan por una "independencia". Ambas partes movieron miles de personas a favor de sus posiciones políticas. Las presiones de la oposición en Líbano causaron la renuncia del Gobierno pro sirio que dirigía el primer ministro Omar Karamé, que diez días después fue renombrado por el presidente Emile Lahoud para formar nuevo gobierno.
El asesinato de Hariri también generó una grave crisis para el Gobierno de Siria, cuyo presidente, Bachar al-Asad, para evitar el agravamiento del conflicto, decidió replegar su Ejército cerca de su frontera en el valle del Bekaa, previendo para más tarde una retirada completa, pues la oposición y la presión internacional exigen un retiro total y pronto del Líbano.
OCUPACION SIRIA DEL LIBANO
La República del Líbano, con 3.776.317 habitantes, por su posición estratégica en el Mediterráneo, ha sido permanentemente invadida. Antiguamente fue ocupada por fenicios, asirios, egipcios, griegos, romanos, árabes y turcos. Hasta 1918, junto con Siria, formó parte del Imperio Otomano. Después de la Primera Guerra Mundial fue protectorado francés. Declaró su independencia de Francia el 22 de noviembre de 1943, pero por la II Guerra Mundial no pudo hacer efectiva su independencia hasta 1946. Siria reclamó siempre al Líbano como parte de su territorio.
La intervención del Líbano en la guerra árabe-israelí de 1948, su apoyo moral a los árabes en la otra guerra árabe-israelí de los Seis Días (1967) y la llegada al país de numerosos refugiados palestinos han significado una constante hostilidad de parte de Israel que, en su enfrentamiento con la acción guerrillera palestina, ha penetrado en territorio libanés en dos ocasiones, primero en 1970 y luego en 1982, desencadenando en esta última ocasión un sangriento enfrentamiento contra Beirut que no cesó hasta la salida del Líbano de los guerrilleros palestinos.
Israel ocupó durante 22 años el sur del Líbano para proteger su frontera norte de los ataques palestinos, y retiró sus tropas en mayo del 2000, mientras que las negociaciones de paz con Siria están interrumpidas desde 1999 por un desacuerdo sobre la retirada israelí de los Altos del Golán, ocupados tras la Guerra de los Seis Días (1967) hasta ahora.
La situación viene, además, agravada por los conflictos político-religiosos que enfrentan las distintas comunidades que conviven en el país y que provocaron la guerra civil de 1975-90 que dañó gravemente las estructuras económicas del Líbano, redujo su productividad a la mitad y acabó con la fama del Líbano de ser el paraíso de las finanzas del Medio Oriente (la Suiza del Oriente Medio).
La ocupación militar del Líbano por parte de Siria se realizó para neutralizar la agresión israelí en la región.
Esto fue aprobado por la comunidad internacional, pensando que con esta medida se evitaría que Líbano cayese en manos de izquierdistas palestinos o musulmanes y se lograse proteger a la élite cristiana.
A partir de ahí la influencia de Siria en el Gobierno de Líbano era muy fuerte en todos los aspectos: económico, político y sobre todo militar. Siria tiene hasta un servicio de inteligencia que funciona en territorio libanés.
Actualmente el régimen de Damasco aún mantiene 16.000 efectivos en suelo libanés.
Un acuerdo, el de Taif, en 1989, terminó con la guerra civil y consolidó el poderoso tutelaje de Siria en la política libanesa.
La presencia militar de Siria en el Líbano se remonta a 1976, cuando envió cerca de 30.000 soldados en un acuerdo con la Liga Arabe para mediar en la guerra civil libanesa. Pero tras el conflicto, los acuerdos de Taif garantizaban la presencia del Ejército sirio como contrapeso a la invasión israelí en la región.