Capturan a uno de los abigeos que emboscaron a policías en Canindeyú

Ignacio Muñoz, jefe de Investigaciones de Canindeyú.
Eric David Rodríguez García, cuando cayó hace un mes.
Mauro Caballero, apresado ayer en el mismo monte.
La zona donde ocurrieron las emboscadas consecutivas contra los policías es prácticamente impenetrable con vehículo.

Uno de los supuestos miembros de la banda de abigeos que baleó a dos oficiales de Policía en dos emboscadas consecutivas en una estancia de Canindeyú fue apresado ayer. Otro sospechoso ya está identificado.

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El detenido de ayer fue identificado como Mauro Caballero, de 18 años, quien de hecho ya había sido capturado el 18 de noviembre pasado en el predio de la estancia JP, justo cuando estaba a punto de faenar un animal ajeno.

Aquella vez, Mauro cayó junto a Eric David Rodríguez García, de 22 años, y un adolescente de 15 años, en un sector contiguo al lugar donde se produjo la recordada masacre de Curuguaty. Pese a que fueron puestos a cargo del fiscal Juan Daniel Benítez, todos salieron nuevamente libres.

De hecho, el aún prófugo Eric y el ahora ya detenido Mauro, supuestamente, integraron la gavilla que el 14 de diciembre pasado emboscó primero a un grupo de policías del Departamento de Bosques y Asuntos Ambientales (Deboa) y momentos después a otro contingente de la oficina de Investigaciones de la ciudad de Yby Pytã, también en el predio de la estancia JP.

En el primer ataque, resultó baleado el oficial segundo Joel Isaías Servián Adorno, del Deboa, aunque este se salvó gracias a que su chaleco antibalas contuvo el proyectil.

En el segundo ataque, salió acribillado el oficial inspector Pedro Pablo Miltos, jefe de Investigaciones de Yby Pytã, quien acusó un balazo que le atravesó la cara y otro tiro en el abdomen que perforó el cierre magnético de su chaleco antibalas.

Este último, afortunadamente, también sobrevivió al hecho y en estos momentos se encuentra de reposo.

El jefe de Investigaciones del departamento de Canindeyú, comisario principal Ignacio Muñoz, declaró a ABC Color que la identificación de los agresores fue posible debido a que los delincuentes ya habían sido apresados en la misma zona donde ocurrieron las dos últimas balaceras.

Mencionó que los jóvenes posiblemente integran una gavilla de abigeos que opera en los espesos montes y pasturas de la zona límite entre los departamentos de Canindeyú, Caaguazú y Alto Paraná. La zona es prácticamente impenetrable con vehículos. De hecho, las emboscadas consecutivas contra los policías se produjeron cuando estos reaccionaron ante una denuncia de faenamiento clandestino.

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