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El arsenal confiscado por las autoridades del vecino país estaba compuesto por un fusil calibre 7.62, dos revólveres calibre 38, y uno calibre 22; una ametralladora calibre .50 con 80 municiones; 400 cartuchos calibre 7.62 ; 200 proyectiles 5.56, sin marca aparente; 1.000 municiones calibre 7.62 marca Tiger Golden de fabricación rusa; dos cargadores de 7.62 y dos cargadores de .50.
Estas armas y municiones estaban ocultas en un vehículo Fiat con placa GQE 9339, que estaba conducido por Rodrigo Martins de Carvalho (42). Se cree que las armas confiscadas fueron traídas desde Paraguay, aunque otra versión apunta que salieron de Bolivia, que en los últimos años se convirtió en un gran proveedor de armas para el mercado negro, dijeron.