Piden menos tradición y más pastoral misionera

Más de 2.000 personas participaron ayer de la procesión de María Auxiliadora, entre alumnos de colegios salesianos, padres y vecinos. En la misa, el arzobispo Valenzuela pidió a los fieles volver a retomar el domingo como Día del Señor, además de ser más misioneros.

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Un desafío impostergable es recuperar en la catequesis la centralidad de la Palabra de Dios, la frecuencia del Día del Señor, día domingo en la celebración de la Eucaristía y la participación activa en la vida de la Iglesia, dijo ayer el arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela. Fue durante su homilía en la misa, celebración que dio fin al mes de María Auxiliadora y en el que participaron unas 2.500 personas, entre vecinos, estudiantes de colegios salesianos y sus padres.

Antes de la celebración se realizó la ya tradicional procesión que se extendió por varias cuadras del barrio Dr. Francia. Los soldados de la Marina que escoltaban la imagen de María Auxiliadora dieron solemnidad a la caravana y los globos a gas le agregaron color.

Valenzuela comentó que en todas las parroquias de la arquidiócesis se desarrolló en la víspera el precongreso eucarístico. “Después de la sagrada comunión tendremos un espacio de adoración eucarística para prepararnos, desde esta fiesta mariana de hoy (por ayer), a la apertura del congreso que tendrá lugar el jueves 15 de junio en la Costanera, con la presencia del Cardenal Daniel Sturla, arzobispo de Montevideo. Les invito a que participemos en familias, en comunidades y movimientos a ese gran encuentro de fe para un Paraguay siempre fraterno, y próspero”, señaló.

Agregó que los desafíos cómo hacer que las familias vuelvan a ir los domingos a misa, además de preparar el Trienio de la Juventud implican un cambio de nuestra pastoral. El deseo es “pasar de una pastoral de mera conservación y de tradición cultural, a una pastoral decididamente misionera, como hoy Jesús, en el Evangelio nos ha dejado su mandato: ‘Hagan discípulos míos a todas las naciones, Yo estaré con ustedes hasta el fin de los tiempos’”, señaló.

El arzobispo destacó además en su mensaje que los creyentes están llamados a traducir en la vida diaria el amor al prójimo en un servicio eficiente desde donde estamos. “Especialmente urgente es el servicio a los niños y jóvenes en la educación ante el escándalo cotidiano de las escuelas que se derrumban como un triste testimonio de su actual situación”, dijo.

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