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La escribana Susana Ramírez Báez, quien firmó el protocolo de la empresa de la familia del fiscal con permiso Javier Díaz Verón Canto Rodado SA, refirió ante la fiscalía que para ella la sociedad se integró con dinero en efectivo. Se desmarcó de la declaración jurada con pagarés presentada en la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (Seprelad).
Canto Rodado SA está conformada por María Selva Morínigo (esposa del fiscal) y los hijos de la pareja, Yerutí Díaz Morínigo (23) y Alejandro Díaz Morínigo. La madre de ambos puso G. 1.500 millones en efectivo y los hijos G. 500 millones cada uno, según las escritura públicas. El dinero que figura en la escritura rindieron como “promesa de pago o pagarés” en la Seprelad, según confirmó el fiscal José Dos Santos, quien investiga a la familia por supuesto enriquecimiento ilícito.
Según Dos Santos la escribana Ramírez sostuvo que ella asume la constitución protocolizada en su oficina y si los accionistas declararon otra cosa en Seprelad ya es absoluta responsabilidad de los mismos.
Ramírez fue convocada a prestar declaración este jueves, a las 8:00, sobre la conformación de la referida sociedad.
Los abogados coinciden en que la escritura es la que vale por ser un instrumento público. En la Abogacía del Tesoro manifestaron que “no se puede constituir una sociedad anónima con pagarés”.
Díaz Verón había señalado que su esposa conformó una “sociedad con unos amigos, con un dinero que cobró en concepto de retiro voluntario”. Resulta que el efectivo registrado en las escrituras de dos sociedades: Salty River SA y Canto Rodado SA, asciende a G. 3.000 millones.
El monto que cobró la mujer fue de G. 203 millones, no llega ni al 10% de lo invertido. Luego de conocerse estas millonarias inversiones, el contador de ambas sociedades, Robert Alegre, dijo a la fiscalía que “las dos sociedades se constituyeron con pagarés”.
Nadie explica de dónde sacaron G. 1.000 millones sus dos hijos
El fiscal con permiso Javier Díaz Verón ni nadie de su familia sale a explicar de dónde sacaron G. 500 millones cada uno, sus hijos Alejandro Díaz Morínigo y Yerutí Díaz Morínigo, para convertirse en potentados empresarios a la edad de 21 y 22 años. Los jóvenes nunca han generado ingresos mediante un trabajo, por lo que el origen de sus millonarios aportes despierta curiosidad.
Seprelad, sin responder
La Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (Seprelad) es otra gran silenciosa. Insistimos varias veces con el ministro Óscar Boidanich y Crismilda Espinoza, encargada de despacho, para obtener una respuesta sobre pagarés declarados por Canto Rodado SA; el primero dijo estar de vacaciones y la otra en interminables reuniones.
rossana.escobar@abc.com.py