“Pastelina es una pastelería 100% hecha a mano sin conservantes, desde la cocina de mi casa. Con la pastelería puedo dedicar el tiempo a mis hijas y sus cuidados ya que me da la oportunidad de permanecer en casa y dedicar tiempo de calidad a mi familia”, cuenta María Lina Fretes Doldán (33) quien está casada hace 14 años con Rolando Meaurio y es mamá de Valentina (12) y Martina (2).
El emprendimiento nació en el 2017 cuando María Lina inició la carrera de pastelero profesional en el Instituto Gastronómico Internacional (IGI)
“Cuando estaba a pasos de culminar la carrera se me ocurrió abrir una cuenta en Instagram y ofrecer los productos que aprendí a elaborar en las clases. El nombre lo elegí con una amiga, nos pusimos a pensar y salió “Pastelina” que combina perfecto con mi nombre, me pareció súper original y quedó ahí”, cuenta María Lina.
“Siempre me gustó lo dulce, comencé haciendo galletitas a los nueve años observando los programas de Utilísma. Cuando me di cuenta de que era lo que realmente quería hacer y dedicarme a esto fue cuando participé en una competencia InterIgi que ese año se realizó en Asunción y represente a la filial de la ciudad”, manifestó.
El sueño más anhelado
“Mi mayor sueño es tener mi local propio con la pastelería abierta al público. Cada postre o torta es única, le pongo mucho amor, más allá de que para hacer un postre tenés que tener técnicas, hacer con amor y dedicación es el ingrediente que no falla”, finalizó la joven.