El concepto de “objeto transicional o de apego” fue desarrollado por el pediatra y psicoanalista inglés Donald Winnicott a mediados del siglo XX. Según el especialista, que un niño tenga un objeto de apego es objetivo y subjetivo. Objetivo porque se constituye sobre un objeto real y subjetivo porque se le atribuyen funciones en el campo de la imaginación.
Al respecto conversamos con la Lic. Rosarito Franco, psicóloga clínica especialista en la crianza, quien manifestó que el objeto transicional es la primera utilización de un símbolo y primera experiencia de juego del niño. Tal objeto es también un símbolo de la unión del bebé y la madre y se encuentra en el espacio y tiempo en que ambos se hallan en el inicio de su estado de separación. Así, al llenarse este espacio potencial con juegos creadores y símbolos se evita la separación.
No obstante, aclaró que el objeto transicional no suplanta a la madre, sino que es un juego que la representa y que la elección puede darse en edades en que el niño empieza a sentarse o a caminar. “El término ‘objeto de apego’ -como profesional- considero no es el más recomendable", puntualizó la psicóloga.
Según algunos estudios, el objeto de apego cumple algunas funciones psicológicas. Por una parte, es una fuente de placer y seguridad cuando la madre no está. A menudo, el niño lo busca cuando necesita consuelo, cuando debe afrontar situaciones nuevas o cambios, como por ejemplo las primeras etapas de la escolarización o en el momento de empezar a dormir solo. Además, le permite construir un área intermedia entre él y la realidad, así como entre él y otra persona.
En cuanto a si influye o no en la autoestima o en el desarrollo afectivo del niño, la Lic. Rosarito Franco manifestó que “el objeto transicional puede ser tomado como un precursor evolutivo de lo que logrará posteriormente el niño por medio de las representaciones mentales. Es decir, lo simbólico y el juego son como una experiencia vital para el niño. Influye positivamente”, puntualizó.
Otra de las preguntas que las madres se realizan de manera frecuente es: ¿A qué edad es recomendable sacarle el objeto de apego? La profesional manifestó: “El objeto transicional no se saca. El niño lo deja convenientemente de lado en un determinado momento. No todos los niños tienen de por sí un muñeco, pero, de ser así, están dotados de características que los hacen especiales para ellos".
En cuanto a los tipos de objeto transicional se debe tener en cuenta que tienen ser de materiales seguros para los pequeños. Es recomendable que estén hechos de materiales textiles, para que sean blandos, cómodos y no presenten peligro de golpes a los niños.
Tampoco deben contener sustancias tóxicas o fácilmente inflamables ni ningún tipo de material eléctrico como pilas, ventosas ni mecanismos de movilidad, así como tampoco piezas de pequeño tamaño que puedan desprenderse y atragantar a los menores. Sobre todo, es aconsejable que estén hechos de materiales naturales como el algodón y, en el caso de tener relleno, que sean hipoalergénicos y puedan ser lavados en periodos cortos de tiempo.
El objeto de apego puede variar de un bebé a otro y ser, por ejemplo, un osito o cualquier otro peluche, una cobijita, un camisón, un chupete, un cojín o almohada, entre otros artículos que se hagan llamativos e importantes para el niño.
En cuanto a algunas recomendaciones, la licenciada Rosarito Franco manifestó que ningún objeto o muñeco debe suplir el amor de mamá, que lo más recomendable es que el chico tenga un lazo fuerte de confianza con sus padres, que el abrazo de mamá sea un lugar seguro. Instó también a informarse sobre los objetos “de moda” antes de dárselos a los niños.
“Informarse con profesionales y no solo a través de páginas de internet. Hay muchos cursos prenatales donde pueden asistir a charlas y no dar a los chicos un muñeco solo porque está de moda, que cumpla una función que se da desde otro lugar. Ante la duda, nada mejor que el regazo de mamá, porque siempre es mejor apostar al amor y al deseo cuando de crianza se trata”, puntualizó la licenciada Rosarito Franco.
Más pedidos de amigurumi de crochet
Sin embargo, en los últimos tiempos, los que están en auge son los amigurumi de crochet y de tela. Una gran variedad de muñecos son tejidos en crochet. La creatividad de los artesanos es infinita y los pedidos de las mamás van desde animalitos hasta personajes de dibujos animados.
Los amigurumi pueden tener diferentes tamaños y ser utilizados indistintamente por los bebés y los niños más grandes. También se tienen los de tela, con rellenos de material hipoalergénico.
Al respecto, la artesana María Lurdes Ortega manifestó que en los últimos tiempos sus clientas son mamás que le piden los muñecos de apego y en especial los llamados amigurumi. Dijo que son más requeridos porque son novedosos y, sobre todo, a los niños les gusta, pues incluso se pueden personalizar con el club de su preferencia o los personajes de los dibujos animados de los pequeños, con colores atractivos, combinaciones llamativas y rellenos suavecitos.
Recordemos que “el muñeco de apego es un objeto material en el cual el bebé deposita cierto afecto”, por lo cual debe ser del agrado de los niños y, sobre todo, seguros.
“Los amigurumi son muy requeridos por mis clientas. Es novedoso y sobre todo llamativo. Se puede hacer de diferentes colores, personalizarlos. Además, podemos ajustar al tamaño del niño, es decir, hacerlos más chiquitos para el bebé y un poco más grande para los niños de dos o tres años”, dijo María Lurdes.
La artesana manifestó que el muñeco amigurumi tiene su proceso, pues como están destinados para los niños no se puede agregar ningún material tóxico para pegar las partes."Por ejemplo, para hacer un muñeco, mínimo tiene 17 partes que se debe tejer parte por parte porque deben ser seguras, no se deben desprender sus partes porque eso podría ser una pieza peligrosa para el niño. Entonces, todo lo que tejo lo hago con amor, pienso en mis hijos y lo hago como si fuera que ellos van a usarlo", dijo María Lurdes.
Explicó que los hilos que utiliza son hipoalergénicos y no se destiñen. Se pueden lavar sin inconvenientes y no van a perder la calidad.
“Muchas veces los niños meten los muñecos en la boca, entonces todos los materiales que utilizo son de buena calidad, los hilos son hipoalergénicos y no se destiñen. Los ojitos y los accesorios, si es que coloco, son los chatos, los que no tienen punta, para que no representen peligros para los pequeñitos”, aseguró la artesana.
Manifestó que no solo teje los amigurumi, sino que también hace prendas de crochet para los más pequeños, como vestiditos, escarpines, gorros y guantes, además de prendas para adultos, manteles, tapetes, portatermos, colchas e infinidades de artículos hechos en crochet.
“Los amigurumi están de moda, muchos clientes piden, pero también tejo todo tipo de prendas para damas, manteles, portapapeles y tapetes”, puntualizó.