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El documental "Nuestra libertad", dirigido por la suizo-salvadoreña Celine Escher y que denuncia la persecución a las mujeres de ese país que intentan abortar, obtuvo el premio Opera Prima, concedido por un jurado formado por estudiantes ginebrinos, en la vigésimo tercera edición del festival.
"A media voz" resume la correspondencia audiovisual mantenida por Hassan y Pérez, amigas de la infancia en Cuba que emigraron a Europa pero pasaron 15 años separadas, después de que la primera se asentara en Suiza y la segunda en España.
Las dos realizadoras se envían vídeos, unidos en esta historia, en los que rememoran su amistad y la infancia cubana, "en un viaje emocional e íntimo sobre la amistad, las raíces y el itinerario de toda una generación", subrayó la organización del festival.
Hassan, quien reside en la propia Ginebra, afirmó que para ella era muy especial recibir el premio en la ciudad que le ha acogido durante dos décadas, y se lo dedicó a "todos los amigos y amigas que he tenido la suerte de reencontrar en Suiza".
"La emigración o la prisión son las únicas opciones que deja el Gobierno a las personas que denuncian la ola de represión que sacude Cuba, o a las que simplemente piden participar en la construcción de su país", lamentó Hassan, quien quiso aprovechar la concesión del premio para pedir la libertad de los presos políticos cubanos.
En "Nuestra libertad" Escher retrata la vida de Teodora Vásquez, la portavoz de "17 y más", nombre con el que se conoce a las mujeres salvadoreñas encarceladas por abortar.
La realizadora suizo-salvadoreña dedicó el premio "a todas esas mujeres que siguen siendo injustamente encarceladas y criminalizadas por la prohibición del aborto en El Salvador", y recordó a algunas de ellas que perdieron la vida estando en prisión.
Escher quiso aprovechar la entrega del premio para pedir "libertad para las '17 y más', así como aborto legal en El Salvador y en todo el mundo".
El festival presentó 60 películas de 16 países en un doble formato (algunas se exhibieron en sala y otras por vía telemática) después de que el pasado año hubiera tenido que mostrar toda su oferta cinematográfica por vía virtual, a causa de la pandemia de COVID-19.
En esta edición exhibió una selección de grandes clásicos del cine revolucionario cubano y una retrospectiva dedicada al chileno Alfredo Castro, considerado por una parte de la crítica como uno de los mejores actores contemporáneos de Latinoamérica y que viajó a Ginebra para el festival.