'La fugida', un viaje a "la parte oscura de la condición humana" sobre abusos en Bolivia

Barcelona, 6 may (EFE).- El festival DocsBarcelona estrena este lunes 'La fugida' (La huida), un impactante documental de la plataforma 3Cat sobre dos sacerdotes jesuitas españoles acusados de abusos sexuales a menores, que acabaron en Bolivia, una cinta que para sus directores supone un viaje a "la parte oscura de la condición humana".

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Durante los 89 minutos que dura el metraje, dirigido por Josep Morell, Guillem Sánchez y Marc M. Sarrado, víctimas de abusos sexuales cuando estudiaban en los jesuitas en dos centros en Barcelona (España) cuentan lo que les ocurrió y las secuelas que arrastran, en algunos casos, más de cuarenta años después, igual que lo hacen exalumnos del colegio Juan XXIII de Cochabamba (Bolivia).

El documental se centra en los sacerdotes Lluís Tó, fallecido en 2017, y Francesc Peris, que actualmente vive en España, ambos acusados de abusos a menores, que cuando se conocieron los hechos fueron trasladados a Bolivia, al Juan XXIII de Cochabamba, donde acudían, entre otros, hijos de líderes mineros de la zona, los que mejores notas obtenían.

La película pone de manifiesto, según el testimonio de las víctimas, que los acusados actuaban de la misma manera en España que a 9.500 kilómetros de distancia en su trato con los menores, algo que negaban cuando se les inquiría.

Los jesuitas piden perdón

A la vez, el documental da voz al actual delegado de los jesuitas en la región española de Cataluña, Pau Vidal, quien pide perdón y niega que haya un patrón para "encubrir" a los pederastas en la compañía, aunque descubre que desde 1968 se "tenía constancia de que Tó era un abusador" y que no se tomaron las "medidas necesarias y suficientes para que no siguiera abusando de otras personas".

La historia, además, muestra cómo durante años, a nivel social, se encubrieron los casos, igual que a nivel eclesiástico.

Morell, Sánchez y Sarrado se mostraron, en un encuentro con periodistas, convencidos de que la película comportará un "efecto dominó" y aparecerán nuevos casos.

De hecho, según Morell, este lunes contactó con ellos una mujer que dijo ser víctima del padre Tó.

Sánchez apuntó que cuando hablan de "encubrimiento" en la compañía, lo hacen porque consideran que durante años "ha puesto por delante de los menores violados los intereses de la institución y como medida más salvaje enviaba a los más descontrolados al tercer mundo".

Los testimonios que aparecen son tanto de personas que estudiaron en Barcelona como en Cochabamba, quienes, según los directores, asumen incluso un "riesgo físico" porque los jesuitas son "muy poderosos" en el país americano.

Asimismo, el abogado Francesc Jufresa, que en 1992 defendió a una víctima, aparece en la película para aseverar que cuando una compañía como los jesuitas "no limpia ni depura, actúa como una organización criminal".

"Algún día -prosigue- alguien afinará todo esto y les caerá un problema muy serio".

Según Sarrado, no se están "equivocando" con su planteamiento, mostrando cómo "la iglesia defendió y encubrió unos casos, de los que ahora hay gente que se atreve a hablar. Como sociedad tenemos que mirarlo de cara".

No obvian que les gustaría que el documental contribuyera al cambio de leyes, especialmente, en lo referente a la prescripción de delitos, porque "hacer daño a un niño es lo más execrable que hay".

Sánchez, aunque no ha obviado que participan representantes de los jesuitas y lo hacen "con transparencia", admitiendo que ocurría desde 1968 en el caso de Tó, advierte de que "queda mucho por desenterrar y saber, por encontrar a todas las víctimas y repararlas".

El documental es una coproducción de 3Cat con Ottokar y El Periódico, basada en la investigación que durante ocho años el periodista de este diario español, Guillem Sánchez, hizo sobre abusos en colegios religiosos.

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