Aires de diversidad

Afianzando las bases de un proyecto inclusivo, prosigue el XIII Festival de Cine LGTBI de Asunción, organizado por Aireana, que consolida espacios donde el arte, el entretenimiento, la contención y la lucha contra la discriminación, son constantes.

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Ingresamos a la sala y una performance del artista Manu Portillo, entre risas y disparates, invita a la reflexión. La sátira de ciertos personajes emblemáticos actúa como preámbulo a la estrambótica aparición de “Envidia Metenés”, personaje cada vez más firme del actor Omar Marecos.

Una intérprete de lenguaje de señas al costado del escenario resulta uno de los aciertos organizativos de mayor trascendencia, más aún, en una inauguración. Los sordos, mudos, ciegos…, también tenemos derecho a escuchar y ver buen cine.

Tres películas diferentes, con similar carga emotiva, son las encargadas de abrir el 13º Festival internacional de cine LGTBI (Lesbico, Gay, Trans, Bisexual e Intersex) de Asunción, que continuará hasta el 15 de julio, en el Centro Cultural de España, Juan de Salazar, desde las 18:30.

Variadas obras se proyectarán con acceso libre y gratuito.

Buscando conquistar ideales, que deberían ser una realidad, las aireanas defienden la promulgación de una ley contra todo tipo de discriminación, potencian la cultura de la no marginación a las diferencias de género, mediante las expresiones artísticas.

En ese sentido, el Festival se especializa en visibilizar la riqueza de la diversidad en sus historias. Nuevas visiones se filtran cada vez más en el cine independiente, alterando así dogmas tradicionales y arcaicos.

Quedan tres noches de excelente cine, que entre largometrajes, cortometrajes y documentales procedentes de 13 países, incluidas obras nacionales, se unen a la propuesta cultural de Asunción, brindando una bocanada de aire fresco y diverso a los planteamientos sociales.

Para más información sobre el festival y otras actividades relacionadas con Aireana, escribir al correo: aireana@aireana.org.py; aireanaparaguay@gmail.com

Respira un poco…

La diversidad es tan necesaria como la humedad.

A pesar que aveces reneguemos de ella, la precisamos para subsistir.

Nuestra cultura, matizada de heterogeneidad tropical, es sumamente sabia y nos confiere distintos modos de encarar el día a día.

En el 2003, un grupo de activistas lesbianas constituyó Aireana: “El nombre surge adoptando el sustantivo aire y el sufijo na, del guaraní (que denota un por favor) y la intención es decirle a la gente, por favor, tomá un poco de aire, sácalo afuera, ventílate, respirá y aireá tus ideas”, explica Rosa Posa, integrante de la organización, que encara nuevamente el desafío de producir y coordinar el evento.

El proyecto busca conciliar y generar conciencia acerca de las diferencias en cuanto a la orientación sexual y de género, promoviendo la equidad de todos los derechos humanos y las reivindicaciones de las personas LGTBI.

Entre sus principales ejes programáticos figura la promoción del arte: “En el 2005, arrancamos con este festival, enfocándonos en la lucha por la visualización de las diferencias, desarrollando talleres, charlas, seminarios y capacitaciones, donde los promotores esbozan sus ideas. Esta actividad, adquirió perspectivas interesantes sobre cómo manifestar las desigualdades y aprender conjuntamente”, refiere Carolina Robledo.

En el 2012 la organización recibió un importante galardón, otorgado por la república francesa: “Libertad, igualdad y fraternidad, es el nombre de este reconocimiento que nos posicionó y confirió recursos para desarrollar aún más nuestros objetivos”, señala Camila Zavala.

El largometraje escogido para la noche del lunes, fue Io e lei (Entre nosotras), de la italiana, Maria Sole Tognazzi. La cinta del 2016 recibió varios galardones, destacándose el de mejor guión original, otorgado por el Sindicato de Periodistas Cinematográficos Italianos.

“Me sedujo la idea de mostrar mujeres independientes, dueñas de sus propias vidas, capaces de elegir su felicidad sin importar el juicio de los demás. La historia comencé a escribirla paralelamente a Viajo sola y creo que en ambas películas se aborda algo que apunta a la libertad de la mujer. Ser una misma, vivir sin miedos”, explica Tognazzi.

Partiendo de una figura emblemática en la historia paraguaya, las activistas lograron afianzar un lugar donde el entretenimiento, la formación y la retroalimentación de ideas son la constante: “Serafina Dávalos es reconocida como la primera abogada feminista del país. En una época en la que nosotras no podíamos ni siquiera votar, ella integró la Corte Suprema de Justicia y enfrentó bastantes arbitrariedades”, cuenta Judith Grenno.

“Hay lugares donde la discriminación es fuerte y dos personas del mismo sexo no pueden manifestarse cariño, tomarse de las manos. Ni hablar de los transexuales, a los que directamente no se les permite la entrada. Este es un sitio, donde repudiamos por sobre todo, cualquier tipo de violencia y discriminación. Queremos eliminar prejuicios, interactuando con la sociedad”, explica Carolina.

Cada viernes, La Serafina propone entremeces culturales, e nfocados a la promulgación de la diversidad: “Invitamos artistas con un discurso hacia la no discriminación. El único filtro al momento de recibir propuestas, es que más allá del deleite, estas manifestaciones narren desde el lenguaje que sea, una obra de teatro, cine, música o exposición, las ideas que señalen nuestro rechazo a la discriminación, violencia de toda índole y asimilación de lo diferente”, refiere Nadia Capdevila.

Al abordar una actividad cultural, el cine como medio de expresión, adquiere y refuerza con el festival, mecanismos dinámicos y directos para la conciencia social.

Entre una de sus metas a corto plazo, las gestoras sociales intentan hacer cumplir una prerrogativa establecida por lógica y sensatez: “Reivindicamos el acceso a las visitas íntimas a las lesbianas privadas de su libertad. La ley que impedía eso es de 1971 y fue derogada. En ese y otros puntos, estamos en permanente comunicación con el Ministerio de la Mujer”, sostiene Judith.

Desde Aireana, ofrecen una línea gratuita para recibir denuncias, brindar contención psicológica y asesoramiento legal, en asuntos ligados a sus ejes: “La línea se llama Rohendu y cuenta con el respaldo de profesionales que atienden desde inconvenientes legales, discriminación en el ámbito que fuere, terapia e información relacionada al bienestar en general”, sostiene Rosa.

El número es el 0800 110108 y (0981) 110108, de lunes a viernes de 13:00 a 20:00.

 

 

 

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