Chiara graba el legado de grandes autores

“Ofrenda a mi tierra” es el nombre del segundo disco de la pianista paraguaya Chiara D’Odorico, con el que la artista busca dejar constancia del legado de compositores nacionales como también de quienes estuvieron ligados al país musicalmente. Además, su objetivo es seguir difundiendo la música paraguaya académica para piano del siglo XX y XXI.

Chiara D’Odorico lanza hoy el nuevo álbum “Ofrenda a mi tierra”.
Chiara D’Odorico lanza hoy el nuevo álbum “Ofrenda a mi tierra”.

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En palabras de Chiara este álbum representa también “una ofrenda de los compositores paraguayos Juan Carlos Moreno González, Luis Cáceres-Carísimo, Nancy Luzko, Julián Alarcón y Juan Max Boettner al dejarnos su música”. Asimismo “es la ofrenda del compositor ítalo-argentino José Bragato luego de sus colaboraciones con músicos paraguayos y del ítalo-paraguayo Nicolino Pellegrini siendo el referente y maestro de los grandes creadores de la música paraguaya”. Por último, es la ofrenda de la pianista compartiendo esta música al mundo.

“Esta vez abro un poco más el panorama. Hay compositores paraguayos pero después tenemos a José Bragato, quien tuvo una relación importante con el Paraguay, con los músicos sobre todo. Trabajó muchísimo, por ejemplo, con Mauricio Cardozo Ocampo. En el caso de Pellegrini en su juventud vino al Paraguay y fue el máximo referente de su época. Fue maestro de todos los compositores, ya sea de Agustín Barrios, de José Asunción Flores, de Cardozo Ocampo, de Herminio Giménez. Él empezó a formar las primeras escuelas de música del Paraguay”, subrayó la pianista.

Por otra parte Chiara resaltó que “la gran mayoría de las obras son grabadas por primera vez ya que no hay antecedentes de registros previos”. Al respecto reflexionó que el rescate sirve para valorar a nuestros músicos pero sobre todo para “valorar lo nuestro”. “No puede ser que estemos en 2021 y nunca se hayan grabado o incluso tocado ciertas obras. O sea ¿cómo puede ser que tantos años esté guardada una pieza, que nadie la haya querido tocar, o se tocó una vez y nunca más? Y pasaron más de 50 años en algunos casos”, pensó.

Al respecto, afirmó que lo que pasa en ciertos casos es como “un hueco, un vacío muy grande” que le parece “extraño y triste a la vez”. “Está buenísimo que pueda crear este espacio, grabar y que se conozca, difundir partituras, que alguien tenga ganas de tocar, pero también siento tristeza porque ¿cuánto tiempo pasó y no se ha hecho nada? Siempre se cae en tocar las mismas piezas ¿Por qué todos tenemos que tocar “Recuerdo de Ypacaraí”? Hay un montón de otras obras y no todas por ser música paraguaya tienen que tener la polca o la guarania. Puede ser escrita por un compositor paraguayo pero que no tenga polca, que no sea una guarania, que sea de otro estilo y en este disco se va a escuchar mucho más eso. Está bueno explorar esas otras cosas y que también la gente empiece a consumir y escuchar esta música que es nuestra”, indicó.

“Para nada desmereciendo todo lo otro que se conoce pero también hay muchos otros (creadores). Siempre nos quedamos en lo mismo y el repertorio se agota. Si nadie toca la música muere, ya música fue creada para que uno la escuche y se interprete. Si ese compositor no tuvo la suerte de que alguien toque su música, lo grabe, lo toque en un concierto, en la casa de los amigos y demás, esa música no existe, está en un papel, pero no está reproducida. Es una pena cuando no se da ese espacio. En los compositores actuales pasa eso: es muy difícil para el compositor que compone y no consigue que alguien le interprete. Así que también un poco la misión de este disco es esa: hay dos obras de Nancy Luzko, así que también hay que seguir manteniendo vivos a los compositores de hoy o si no la música termina”.

Este proceso fue también enriquecedor para Chiara, ya que pudo imbuirse de las formas de composición de cada creador. Citó como ejemplo dos valses de Julián Alarcón que incluyó en el álbum. “Julián era un compositor más bien folklórico, popular, pero uno descubre que también hizo estas obras re lindas y jamás dirías que es Julián Alarcón. Entonces es claro que tal vez cada compositor estaba en su búsqueda”, observó.

Comentó que le llamó mucho la atención cuando encontró las obras porque también le hizo pensar en “la famosa innovación, que es difícil más aún en estos tiempos. Como compositor innovar es realmente difícil porque decís: bueno, ya lo escribieron todo ¿y ahora qué hago?”.

El desafío del intérprete

Encontrar el lenguaje propio dentro de las obras de otros artistas “es súper importante porque ahí nace el intérprete”, comentó Chiara sobre la relación entre la obra y el ejecutante, si no “es simplemente tocar notas, algo que no dice nada”.

“El intérprete tiene que descubrir lo que el compositor escribió y hay compositores que por ahí te dejan más cosas escritas, indicaciones, cosas puntuales técnicas de la música y hay otros que con las notas basta. Ahí decís ¿qué hago acá? Entonces entra el tema de descubrir. Eso me pasó con muchas obras del disco: como no hay grabación entonces no tengo idea de cómo realmente quiso el compositor, no tenés para comparar cómo tocó otro, es descubrir a ciegas. También cuenta la experiencia porque se trata mucho de ir probando, comparando, descubrir a ver qué quiso expresar el compositor y si tiene más indicaciones tratar de agarrar todo lo que dejó. A veces también ayuda mucho comparar con otras composiciones de ese mismo compositor”, detalló.

Interpretativamente es menester del músico buscar su propia innovación, ya que hay que tener “ese plus que te identifica o que te diferencia de cualquier otro”. Expuso que “cada uno tiene que buscar su impronta y su originalidad dentro de lo que te escribió el compositor. Cada uno puede sentir distintas cosas, entonces es seguir buscando y descubriendo porque realmente es infinito todo lo que uno puede expresar”, pronunció.

Música clásica y juventud

“Es un género no más chico pero para una inmensa minoría”, señaló entre risas Chiara al respecto de su elección de seguir el camino de la música clásica. Traer esta corriente al presente es un desafío “porque en la época barroca o en el clasicismo lo que todos escuchaban era eso, y ahora es todo lo contrario. Hay un punto importante en que nos preguntamos cómo haces para que la gente joven también venga a consumir esta música. En mi caso el ser pianista es estar sola, no estoy en grupo o haciendo una banda. Entonces es un desafío individual hacerte un espacio. No pasa nada con el talento si no se esfuerza uno. El talento es el plus pero si no te dedicas y no te sentás todos los días a tocar y estudiar, es muy difícil”, afirmó.

Pero Chiara aceptó que ella es una persona “muy luchadora y perseverante”. “Soy consciente de que a mí nadie me ha regalado nada. Todo fue en base a trabajo, esfuerzo y dedicación, desde muy chiquita. Cualquier persona que quiere hacer cualquier cosa lo debe hacer de la misma manera. Así fui construyendo mi carrera”, declaró, afirmando además que todavía puede “dar un montón”.

“Lo más importante es que cada uno haga lo mejor que pueda de lo que hace. El máximo esfuerzo para cualquier cosa ya sea un médico, un albañil o un músico. Es la única manera de que nuestro país y después el continente y el mundo puedan ir avanzando. Uno tiene que poner siempre su granito de arena. No podemos depender siempre de los que están arriba de nosotros. Uno tiene que luchar para conseguir las cosas”, cerró.

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