Agente Stone: una misión imposible de disfrutar

Netflix trae otra superproducción de espionaje de alto presupuesto pero corta de ideas propias o emoción, que acaba pareciendo una mala fotocopia de “Misión Imposible”.

Agente Stone película Gal Gadot
Gal Gadot protagoniza "Agente Stone".Netflix

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(Disponible en Netflix)

Siguiendo la estela del terrible intento de superproducción de acción Alerta roja y el ridículamente costoso y artísticamente estéril thriller de espionaje El hombre gris, Netflix vuelve con otra película de acción que parece armada por una inteligencia artificial a partir de trozos cortados y pegados de mejores películas.

Agente Stone sigue a Rachel Stone (Gal Gadot), una agente de una organización ultrasecreta internacional de espías que busca proteger al mundo de amenazas que superan las capacidades de los Gobiernos, con la ayuda de una inteligencia artificial enormemente avanzada. Sin embargo, figuras desconocidas buscan hacerse con esa inteligencia y convertirla en un arma para sembrar caos en el mundo.

La película comienza causando una primera impresión engañosamente buena... que dura como cinco minutos, en los que Stone finge ser una agente de la MI6 británica sin experiencia de campo lanzada a una peligrosa misión, lo que permite a Gadot echar mano del que parece ser su único punto fuerte como actriz, la capacidad de interpretar a un “pez fuera del agua” como hizo tan perfectamente en la primera Mujer Maravilla.

Pero como resulta que esa simplemente es una fachada, en poquísimo tiempo Gadot vuelve a hacer el mismo intento de interpretar a una carismática heroína de acción que múltiples veces ha demostrado no tener a su alcance, y el potencial de la película cae comienza una caída en picada de la que nunca se recupera.

Más allá de las limitaciones actorales de su protagonista – que no tienen por qué ser fatales para una película de este tipo, de lo contrario gente como Arnold Schwarzenegger o Keanu Reeves no tendrían las carreras que tienen –, a la película no le ayuda un guion que genuinamente parece escrito por una inteligencia artificial alimentada con escenas y argumentos de las películas más recientes de Misión Imposible.

El hecho de que la historia gira en torno a una inteligencia artificial con capacidad de desestabilizar el mundo, igual que la recién estrenada Misión Imposible: Sentencia mortal lógicamente es solo una coincidencia, y de hecho ese mismo argumento ha sido bastante común en películas de acción de los últimos años, como varias de la saga Rápido y Furioso.

Menos excusables son las escenas que Agente Stone parece levantar directamente de la saga de Tom Cruise, aunque cien veces peor ejecutadas.

Las desafortunadas coincidencias comienzan bien temprano con una secuencia de vuelo en paracaídas a alta velocidad parecida a la del final de Sentencia mortal, con la diferencia de que esta escena trascurre de noche, quizá en un intento de enmascarar efectos visuales de una calidad que no están precisamente al nivel de aquella memorablemente mala escena del glaciar en el Otro día para morir del James Bond de Pierce Brosnan, pero que se acerca más de lo que cualquier película del año 2023 debería.

Igualmente, la película se atreve con un salto “Halo” en paracaídas en que Stone debe salvar la vida de su antagonista que se desmayó en plena caída y un momento en el final de la película en que la cara del villano es parcialmente quemada, en ambos casos con algunas diferencias superficiales que probablemente lograrán que YouTube no bloquee automáticamente las escenas cuando clips de ellas sean alzadas a la plataforma, por ser exactamente iguales a Misión Imposible: Repercusión.

Las escenas de acción que no plagian a Misión Imposible no pasan de ser aceptables en el mejor de los casos, y en el peor de los casos incluso simples peleas mano a mano parecen tener encima un filtro de artificialidad que hace que por momentos los peleadores parezcan figuras digitalmente animadas; y los pobres intentos del filme de establecer una dinámica de equipo entre Stone y los agentes de MI6 similar a la de Ethan Hunt y sus aliados son tan débiles que la propia película parece darse cuenta y deja de intentarlo hacia la mitad del filme.

El único punto positivo en todo el filme es Alia Bhatt como la joven hacker Keya, el único personaje que no es un objeto dramático inamovible, sino que tiene motivaciones con las que se puede empatizar y evoluciona a lo largo del filme, pero lastimosamente su tiempo en pantalla es menor del que debería ser.

Aunque no llega a ser tan carente de virtudes como El hombre gris o Alerta roja, Agente Stone es un desperdicio casi absoluto de dos horas del tiempo del espectador.

Calificación: 2/5

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AGENTE STONE

Título original: Heart of Stone

Dirigida por Tom Harper

Escrita por Greg Rucka y Allison Schroeder

Producida por Gal Gadot, David Ellison, Dana Goldberg, Don Granger, Julie Lynn y Jaron Varsano

Edición por Mark Eckersley

Dirección de fotografía por George Steel

Banda sonora compuesta por Steven Price

Elenco: Gal Gadot, Jamie Dornan, Alia Bhatt, Sophie Okonedo, Jing Lusi, Paul Ready, Jon Kortajarena, Archie Madekwe, Matthias Schweighöfer, BD Wong, Glenn Close, Mark Ivanir, Diana Yekinni

Enlance copiado
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