La situación del comercio fronterizo enfrenta el impacto de la suba del dólar en Brasil por lo que la esperanza de los comerciantes está puesta en el movimiento de las vacaciones de invierno. Cuando el dólar sube con relación al real, los brasileños pierden capacidad adquisitiva por lo que el movimiento en el comercio fronterizo merma de manera considerable.
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Cada dólar se cotiza a 5,42 reales (más de G. 7000) y llegó a su pico máximo en lo que va del año. Esto hace que los compradores que acostumbran surtirse de Ciudad del Este, ya sea para la reventa como autoconsumo, se frene a la espera de una mejor cotización.
Con este complicado panorama, los comerciantes tienen las esperanzas puestas en el movimiento por las vacaciones de invierno. Relataron que ese periodo siempre tienen un respiro, pues las ventas mejoran y les permite cumplir con los compromisos.
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Igualmente los comerciantes afirman que hay mucha inestabilidad, desde que se reactivaron los comercios, tras la larga pausa por el confinamiento a causa de la pandemia. Explicaron que antes tenían un nivel mínimo de venta que era estable, pero que desde la reactivación las ventas son más esporádicas, dependiendo de fechas especiales o feriados.