Los ataques individuales duran entre 15 y 180 minutos. Suelen sentirse en un mismo lado de la cabeza y suelen coincidir con otros síntomas como por ejemplo un ojo que llora y a veces es la nariz la que moquea.
Estas cefaleas suelen ser tan graves que hacen que la vida cotidiana sea insoportable para los afectados. Los hombres tienen este tipo de dolor de cabeza un poco más a menudo que las mujeres, generalmente comienzan a sentirse a finales de la veintena o principios de los 30 años, explica una revista farmacéutica alemana.
La buena noticia es que después haber sido diagnosticada por un médico, sobre todo para descartar otras causas más graves, las cefaleas en racimo se suelen atajar bien con la medicación. El medicamento para la migraña Sumatripan se utiliza a menudo, ya sea inyectado o en un aerosol nasal.
En los casos graves, los médicos también recetan medicamentos cardiovasculares o litio, que por lo demás se utiliza principalmente para la depresión. A menudo, se puede evitar nuevos ataques de cefaleas con estos tratamientos.
Los medicamentos convencionales para el dolor de cabeza no son tan adecuados para las cefaleas en racimo, ya que suelen tardar demasiado en hacer efecto.