Un país es considerado en default cuando no cumple total o parcialmente con sus acreedores. Esos pueden ser locales o extranjeros e incluso organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El control cambiario impuesto por el presidente Mauricio Macri para proteger el peso luego de que éste perdiera casi 30% frente al dólar en agosto, tras el sorpresivo revés electoral sufrido en las primarias, ha espantado a los inversores.
Los mercados internacionales ya asimilaron la sorpresa electoral que torna extremadamente difícil la reelección de Macri, un defensor del libre mercado, en las elecciones del 27 de octubre y acercan a la victoria a Alberto Fernández, un peronista de centro-izquierda y duro crítico del programa del FMI, y a su compañera de fórmula, la expresidenta Cristina Kirchner.
Preguntas sin respuesta
Pero queda “una pregunta abierta” que genera gran incertidumbre y está provocando volatilidad: “¿Qué tipo de política económica tendremos en el próximo gobierno?”, dijo Tiago Severo, analista de Goldman Sachs en Nueva York.
Y si gana Alberto Fernández, ¿qué pasará “en particular con el compromiso de equilibrio fiscal, de responsabilidad monetaria (...) el tratamiento de la deuda, la relación con los acreedores internacionales” , incluido el FMI?, se preguntó.
El control cambiario ha presionado a la baja a todos los activos de Argentina, como bonos o acciones, ya que los inversores son más reacios a invertir en el país cuando hay “un riesgo de default muy grande, independientemente de las elecciones” , explicó Severo.
Hoy en Nueva York las acciones del Grupo Financiero Galicia cayeron al cierre 11,72%, las de YPF 5%, las de Macro Bank 6%, las del Grupo Supervielle casi 7% y las de BBVA Argentina 7,58%.
En Buenos Aires, la bolsa cerró con un derrumbe de 11,9%, con fuertes caídas de instituciones bancarias y empresas energéticas.
El peso se mantenía estable a US$ 58,49 tras una recuperación de 5% el lunes.
Analistas en Wall Street señalaron que el Banco Central argentino intervino el martes en el mercado cambiario, aunque no a través de una subasta. El lunes pasado el presidente del Banco Central Guido Sandleris dijo que no se informaría sobre las intervenciones.
El país está en recesión desde 2018, cuando el FMI la auxilió con un préstamo récord de unos 57.000 millones de dólares.
En el contexto actual, algunos analistas creen que el FMI suspenderá por falta de garantías el próximo desembolso de 5.400 millones de dólares, esperado para mediados de septiembre. El primer pago del préstamo del Fondo debe ser realizado en 2021.
El riesgo país, ya elevado antes de las primarias por la dinámica de la deuda, se disparó y permanece en niveles no vistos desde 2015, a más de 2.530 puntos, impactado también por el anuncio de la renegociación selectiva de la deuda pública la semana pasada.
El 28 de agosto, Argentina anunció que buscará extender plazos para el pago de deudas por 101.000 millones de dólares con acreedores privados y el FMI.
El control cambiario restringe la compra de dólares y protege la moneda pero “no resuelve la cuestión del endeudamiento, de los problemas fiscales” explicó el analista de Goldman Sachs.
“Todas esas incertidumbres, esos riesgos, siguen siendo preponderantes y por eso el riesgo país sigue bastante alto”, sentenció.