Chile comienza periodo de mayor “encierro”

Un soldado realiza controles en la céntrica Plaza de Armas, en Santiago de Chile.MARTIN BERNETTI

SANTIAGO. Los contagios de coronavirus en Chile se incrementaron con fuerza la última semana y bordearon hoy los 26.000 casos, que significó un cambio de escenario sobre todo en Santiago, donde arranca el periodo de mayor confinamiento desde el inicio de la crisis sanitaria. El sistema de salud afronta horas cruciales.

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Si la semana pasada el gobierno de Sebastián Piñera celebraba haber alcanzado una “meseta de contagios” y planificaba la reapertura gradual de las actividades productiva, este viernes casi la totalidad de la capital chilena inicia el más extendido confinamiento geográfico, con más del 70% de sus habitantes bajo cuarentena obligatoria.

“Hoy comienza un gran esfuerzo para disminuir los casos en el Gran Santiago”, dijo el ministro de Salud, Jaime Mañalich, al entregar el reporte diario de nuevos casos de coronavirus, que cifró en 25.972 el total de contagiados y en 294 los fallecidos, nueve de ellos en las últimas 24 horas.

Entre los fallecidos conmovió el caso del primer menor que se cobra la pandemia en este país, un adolescente de 13 años.

El tono de las autoridades chilenas comenzó a cambiar el fin de semana pasado, cuando subieron bruscamente los contagios, sobre todo en la capital chilena de 7 millones de habitantes.

De estrategias de “nueva normalidad” o “retorno seguro”, el gobierno pasó a hablar de la “Batalla de Santiago”, donde se concentra más del 80% de los contagios.

“La verdadera pandemia parte esta semana en Santiago, con contagios extendidos a comunas más pobres y con mayor hacinamiento y con colapso progresivo de sistema hospitalario”, advirtió Juan Carlos Said, médico internista y máster en Salud de Pública del Imperial College de Londres.

A más de dos meses del primer caso, el sistema de salud afronta horas cruciales.

La preocupación se centra en la respuesta que puedan dar los hospitales de las zonas más pobladas de Santiago, donde aumentó mucho la demanda en atenciones de urgencias y de camas críticas en los últimos días.

Entre el ensayo y error

Chile fue uno de los primeros países de América Latina en decretar -el 7 de febrero- un alerta sanitaria debido al nuevo coronavirus, lo que le permitió comprar insumos como test, respiradores y camas de cuidados intensivos, además de decidir la centralización del sistema de salud. El país optó por decretar cuarentenas selectivas por comunas y/o provincias, a diferencia de países vecinos como Argentina o Perú que decretaron el confinamiento nacional. Sin embargo en todo Chile se decretó toque de queda nocturno, suspendieron las clases y se mantienen las fronteras cerradas.

“Creemos que tuvimos un retraso en el peak, gracias a las distintas medidas que se tomaron de contención”, afirmó la presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches. “Esperamos que las cuarentenas logren el impacto esperado, porque después de este aumento de casos viene el colapso de los centros asistenciales”, agregó Siches.

De acuerdo a las autoridades de Salud, hay 2.029 hospitalizados por coronavirus en el país, de los cuales 79 se encuentran en estado crítico.

De los hospitalizados, 419 están conectados a un ventilador mecánico y las autoridades aseguran que hay disposición de otros 500 de estos aparatos.

Desde ayer, algunos pacientes comenzaron a ser trasladados hasta las dependencias de un centro de eventos en las afueras de Santiago que fue habilitado como un hospital provisorio.

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