Trump y Pence, en un frente común ante los demócratas

WASHINGTON (EFE). En plena “tormenta” política y a pocos días del fin de su gobierno, el presidente Donald Trump se reunió con su vicepresidente, Mike Pence, con quien -según parece- decidieron hacer frente común ante los demócratas, rechazando los pedidos para apartarle del poder invocando la 25ª Enmienda de la Constitución.

El presidente Donald Trump (c), vicepresidente Mike Pence (i) y  Nancy Pelosi, líder demócrata (d).
El presidente Donald Trump (c), vicepresidente Mike Pence (i) y Nancy Pelosi, líder demócrata (d).Archivo, ABC Color

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Los opositores demócratas reclaman la salida inmediata del presidente estadounidense.

Los dos hombres, que se veían cara a cara por primera vez desde su desencuentro y el cruento asalto al Capitolio la semana pasada, “tuvieron una buena conversación”, dijo un alto funcionario estadounidense.

“Trump y Pence se comprometieron a continuar su trabajo por el país hasta el final de su mandato” , indicó la fuente. Eso da a entender que Trump no considera renunciar antes del fin de su mandato, el 20 de enero, cuando el demócrata Joe Biden se instalará en la Casa Blanca. También que Pence no tiene intenciones de destituirlo a pedido de la mayoría del gabinete, invocando, como reclaman los demócratas, la Enmienda 25 de la Constitución.

Según el mismo funcionario, el presidente y el vicepresidente “reiteraron que quienes violaron la ley y asaltaron el Capitolio la semana pasada no representan el movimiento ‘Estados Unidos Primero’ respaldado por 75 millones de estadounidenses”.

Defiende discurso

Antes del viaje ayer a Texas, Trump defendió como “totalmente apropiada” su arenga para que sus seguidores marchasen hacia el Capitolio, que desembocó en un asalto al Congreso, a la vez que rechazó la violencia en medio de un ambiente de tensión política no visto en EE.UU. en décadas.

“Si lees el discurso (...) la gente pensó que lo que dije fue totalmente apropiado”, afirmó el mandatario a los periodistas en la Casa Blanca poco antes de salir de viaje hacia Texas. “No queremos violencia”, agregó.

Aunque esta reunión reduce las tensiones con su vicepresidente, el millonario republicano de 74 años sigue sin embargo amenazado de una sanción que quedaría en la historia de Estados Unidos y podría poner en peligro su futuro político.

A ocho días para que termine su mandato, Trump se encamina a ser el primer presidente estadounidense en ser dos veces objeto de una acusación en el Congreso (“impeachement”) para un proceso de destitución.

Hoy, la Cámara de Representantes examinará el artículo de acusación contra Trump por “incitación a la insurrección” en el asalto al Capitolio.

Los demócratas están decididos a actuar para precipitar la salida de Trump, a quien consideran “desequilibrado” y una “amenaza inminente” para la democracia estadounidense tras la toma del Capitolio la semana pasada por simpatizantes suyos, que dejó cinco muertos y conmocionó al mundo.

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