Según informaron hoy medios locales, los arrestos se produjeron este lunes y los legisladores los relacionan directamente con su papel crítico con el Gobierno suazi, ya que lideraron en el pequeño reino austral peticiones para imponer cambios democráticos como la celebración de elecciones para elegir primer ministro (actualmente, potestad de Mswati III).
Ambos permanecen detenidos y solo tendrán una vista para pedir la libertad condicional el próximo jueves.
Los cargos de los que se los acusa, según detalló este martes el diario Eswatini Observer, están relacionados con la organización de concentraciones y eventos públicos incumpliendo las restricciones relacionadas con la covid-19 y las leyes antiterroristas del país.
Anoche, en un mensaje a través de las redes sociales, la Embajada de Estados Unidos en el país expresó su preocupación por las detenciones y dijo que la "supresión del derecho" de los individuos, incluidos los miembros del Parlamento, "a expresar libremente sus opiniones" es "inaceptable".
"Llamamos a las autoridades a ejercer la transparencia en la aplicación de la ley y a proteger y respetar los derechos humanos a pesar de las diferencias políticas", señaló la misión diplomática.
PROTESTAS PRODEMOCRACIA EN LA ÚLTIMA MONARQUÍA ABSOLUTA DE ÁFRICA
Estas detenciones llegan solo unas semanas después de que el país se viera sacudido por fuertes protestas prodemocracia.
Los manifestantes, movilizados especialmente entre junio y principios de julio, exigían reformas políticas y clamaban contra la brutalidad con la que se reprime cualquier intento de disidencia en la última monarquía absoluta de África.
Las protestas se tornaron especialmente violentas los pasados 28 y 29 de junio, con saqueos, quema de camiones, campos e inmuebles, así como graves enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
En respuesta, el Gobierno ordenó un toque de queda, cortó internet y desplegó al Ejército en las calles para ejercer una dura represión.
Según datos recopilados por Amnistía Internacional, "docenas" de personas murieron en esas fechas a manos de las fuerzas de seguridad.
El pasado 16 de julio, en la que fue su primera comparecencia pública desde la ola de protestas, Mswati III organizó un foro con sus súbditos en el que recordó que tanto la gente de Esuatini como sus recursos pertenecen al rey y en el que nombró a Cleopas Sipho Dlamini como nuevo primer ministro de la nación.
Esuatini, que se encuentra bajo el mando de Mswati III desde 1986, tiene una población eminentemente rural, que en un 60 % vive con recursos por debajo de la línea de la pobreza, según datos del Banco Mundial.
La situación social contrasta con la lujosa vida de la que gozan Mswati III y su extensa familia.
En abril de 2018, el propio monarca decidió cambiar la denominación oficial del país, sustituyendo el nombre en inglés de Swazilandia (Suazilandia) por Eswatini (Esuatini, en español), que en la lengua local significa "el lugar de los suazi" (etnia mayoritaria).
Además de la falta de derechos y libertades a nivel político, el país afronta altos niveles de pobreza y una alta prevalencia de problemas sanitarios como la tuberculosis y el VIH.