En un comunicado, Lange afirmó que esos aranceles "no solo son ilegales y están en clara contradicción con las normas de la Organización Mundial del Comercio", sino que también han provocado "mucho daño a muchos sectores en ambos lados del Atlántico".
Añadió que los aranceles "siempre" estuvieron presentes en los esfuerzos comunitarios por involucrarse "de manera más constructiva" con Estados Unidos.
Recalcó que el acuerdo confirmado hoy entre Washington y Bruselas "es un paso importante en la desescalada" y muestra que la administración del presidente estadounidense, Joe Biden, "está comprometida a trabajar con nosotros".
En opinión de Lange, debería verse junto al pacto para suspender los aranceles derivados de la disputa por los subsidios a Airbus y Boeing y el establecimiento del Consejo de Comercio y Tecnología, un foro para que Bruselas y Washington se coordinen en cuestiones como el comercio, la economía y la tecnología.
"Por supuesto, el trabajo no está hecho aún. Primero, necesitamos trabajar en la resolución completa de esta desafortunada disputa creada por el anterior Gobierno de Estados Unidos", comentó, y precisó que también hace falta encontrar soluciones al exceso de capacidad global en el sector del acero y del aluminio.
Destacó que la suspensión de los aranceles al aluminio y acero permite "mirar adelante" y "al pasar la página de la era Trump, centrarnos en lo que podemos hacer juntos para abordar los desafíos actuales".
En 2018, Estados Unidos impuso aranceles del 25 % a las importaciones comunitarias del acero y del 10 % a las del aluminio, lo que llevó a la Comisión Europea a adoptar sus propios aranceles, en respuesta.
La salida de Donald Trump de la Casa Blanca y la llegada de Joe Biden ha supuesto un cambio para las relaciones transatlánticas y ha permitido anunciar hoy un acuerdo por el que se suspenden los aranceles al aluminio y acero, así como las contramedidas de Bruselas.