"Acepto presentarme como candidato presidencial para las elecciones presidenciales del 9 de agosto de 2022", dijo Odinga, de 76 años y líder del Movimiento Democrático Naranja (principal partido opositor), en un evento multitudinario en el estadio de deportes de Kasarani en Nairobi.
"No estoy en guerra con ninguna persona. Estoy en guerra con ideologías que llevarían esta nación en la dirección equivocada", añadió el aspirante presidencial.
Hasta cinco ministros kenianos acudieron a este evento, un hecho que parece indicar que Odinga obtendrá el apoyo del presidente actual y su antiguo rival político, Uhuru Kenyatta, hijo del primer jefe de Estado del país, Jomo Kenyatta.
Es la quinta ocasión que Odinga -hijo del primer vicepresidente de Kenia, Jaramogi Oginga Odinga, e ingeniero de formación- presenta su candidatura en unas elecciones presidenciales desde 1997.
En 2007, 2013 y 2017 rechazó sus derrotas electorales y aseguró en público que los resultados oficiales eran falsos, empujando a miles de ciudadanos a protestar en las calles de Kenia.
Los comicios de 2007 estuvieron marcados por la violencia postelectoral, con incidentes en los que murieron al menos 1.300 personas y más de 500.000 fueron desplazadas de sus hogares.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia acusó a miembros del partido de Odinga de haber planeado estos disturbios con meses de antelación y aseguró que personas cercanas a su contrincante, Mwai Kibaki, organizaron ataques de represalia con los Mungiki, una pandilla armada basada en un barriada de Nairobi.
En septiembre de 2017, el Tribunal Supremo de Kenia canceló la validez de los resultados de las votaciones debido a varias irregularidades, pocos días después de que las autoridades electorales anunciasen la victoria del presidente Uhuru Kenyatta.
Odinga, que se negó a participar en las nuevas elecciones, celebradas en octubre de 2017, dijo que las autoridades no aplicaron las reformas que el Tribunal Supremo y la oposición recomendaron para garantizar unas votaciones libres, justas y creíbles.
La tensión política entre Odinga y Kenyatta disminuyó en marzo de 2018, cuando ambos anunciaron un acuerdo para resolver sus diferencias y el líder opositor empezó a cooperar de manera activa con el Gobierno, desempeñando funciones de hombre de Estado en asuntos internacionales.
El principal contrincante político de Odinga en las próximas elecciones será William Ruto, vicepresidente de Kenia desde 2013 y acusado por la Fiscalía de la Corte Penal Internacional en 2010 de avivar la violencia postelectoral de 2007, si bien su caso se anuló en 2016 cuando el ministerio público retiró los cargos por falta de pruebas.
Gracias a la ubicación geoestratégica de Kenia y sus políticas económicas, este país es identificado a menudo por la comunidad internacional como una potencia estabilizadora de la convulsa región del Cuerno de África y un socio fiel de Occidente.
Kenia es la sexta potencia económica de África y una de las economías de más rápido desarrollo del continente, con un crecimiento del 5,7 % anual desde 2015 hasta 2019.