Abdeslam, de 32 años, está preso en Fleury-Mérogis (afueras de París), donde está sometido a una video-vigilancia permanente con permiso a salir al patio apenas dos horas diarias. Se especula que alguno de los guardias carcelarios le haya podido contagiar.
El yihadista, cuyo estado de salud no suscita inquietud especial, dio positivo el pasado lunes 27 de diciembre y volverá a ser testado en los próximos días.
Sus abogados se plantean solicitar al tribunal un aplazamiento de las vistas del juicio del 13N, que iba a retomarse el 4 de enero una vez terminada la pausa navideña.