"No debemos ser demasiado optimistas; lo difícil viene ahora. Al otro lado de la frontera hay una guerra y los frentes por el momento están lejos", aseguró Orbán ante periodistas en el cruce de frontera de Beregsurány, donde están llegando a Hungría refugiados ucranianos.
La guerra todavía no ha llegado a las zonas de Transcarpatia (región ucraniana cercana a Hungría), indicó el primer ministro húngaro, quien adelantó que "si la guerra se alarga, seguramente habrá actividades bélicas allí".
"La semana que viene necesitaremos más serenidad", enfatizó Orbán, y añadió que Hungría debe estar preparada para poder afrontar las consecuencias de la posibilidad de una prolongación de la guerra en el país vecino.
Respecto a las sanciones europeas adoptadas frente a Rusia, el jefe del Gobierno recalcó que Hungría no bloqueó ninguna de ellas.
Los países de la UE debaten desde hace días sobre si expulsar a Rusia de SWIFT, un sistema de pagos electrónico que gestiona las transferencias bancarias a nivel global y se han difundido informaciones sobre un posible bloqueo por parte de algunos países, entre ellos Hungría.
El ministro de Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, ha negado hoy categóricamente ese bloqueo y ahora Orbán subrayó que "se trata de una desinformación", y agregó que "es tiempo de estar unidos".
"Hungría en la cumbre del jueves dejó claro que apoya todas la sanciones. No bloqueamos nada", recalcó.
Aunque habitualmente opuesto a la llegada de migrantes, Orbán aseguró que Hungría "dejará entrar a todos los refugiados" procedentes de Ucrania.
Según informaciones de organizaciones humanitarias que trabajan en las fronteras, en los últimos dos días miles de ucranianos han entrado en Hungría.