Dbeiba declaró que la llegada de Bashaga estuvo respaldada por "partidos satánicos que reciben dinero del exterior", en referencia al mariscal Haftar, hombre fuerte del este del país y que controla el Parlamento que designó un jefe de Gobierno unilateralmente en una polémica votación.
“Acepté abrir un corredor seguro para que los infiltrados abandonaran Trípoli para evitar un derramamiento de sangre", explicó Dbeida en un discurso dirigido a la nación sobre la retirada de Bashaga, que salió de la capital en medio de intensos enfrentamientos entre milicias y grupos militares rivales.
Los choques dejaron un miliciano muerto y varios heridos, entre ellos cinco civiles, uno de los cuales pertenecía a la seguridad diplomática, explicó el subsecretario de la oficina municipal de Trípoli, Naser Al-Kariw.
La fachada del Hospital al Yalaa de maternidad y ginecología sufrió daños así como más de vehículo, un apartamento en la localidad de Omar al Mujtar y dos hoteles, añadió.
La Brigada 166, afín al GUN, medió para evacuar a Bashaga cuando estallaron los choques poco después de que el primer ministro paralelo anunciara su presencia en la capital, protegido por el batallón Brigadas al Nawasi y acompañado de su titular de Exteriores, Hafez Kaddour.
Dbeiba apostó hoy por seguir trabajando en la celebración de comicios electorales, sobre los que estos días se llevan a cabo negociaciones en El Cairo entre dos instituciones libias rivales para consensuar un marco constitucional.
El Parlamento, con sede en Tobruk, nombró en febrero a Bashaga como primer ministro al considerar que el mandato de Dbeiba había expirado, por la suspensión en diciembre de las elecciones, pero este se negó a ceder el poder a un Ejecutivo no electo.
La asesora especial de la ONU para Libia, Stephanie Williams, que ayer instó a evitar el conflicto armado, patrocina en El Cairo las negociaciones y llamó a celebrar elecciones lo antes posible.