Los datos oficiales dan cuenta de que el año pasado fueron deportados 20.372 hondureños más que las 73.967 personas retornadas en 2021.
Las autoridades estadounidenses deportaron el año pasado a 43.696 hondureños, 13.329 de ellos niños y adolescentes, algunos no acompañados, detalla el informe del INM.
Según autoridades de Tegucigalpa, en Estados Unidos viven alrededor de un millón de hondureños, entre residentes legales e indocumentados.
Las autoridades migratorias de México retornaron a Honduras a 47.294 migrantes hondureños indocumentados, de ellos 10.221 menores de edad.
Otros 3.104 hondureños fueron deportados desde países de Centroamérica, mientras que 245 fueron repatriados desde una treintena de países latinoamericanos y europeos, según el Instituto Nacional de Migración.
La crisis económica de Honduras, la necesidad de mano de obra para labores de cuidado de personas en España y los cambios en la ruta migratoria, ha llevado en las últimas dos décadas a más de 90.000 hondureños, en su mayoría mujeres, a emigrar hacia ese país europeo, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Los deportados por México representan el 50,1 % del total de casos, mientras que las deportaciones desde EE.UU. equivalen al 46,3 %.
Un total de 62.224 hondureños (65,9 %) retornaron a su país vía aérea, 932.051 (34 %) por tierra y 64 (0,1 %) lo hicieron por mar, señaló el INM.
Del total de deportados, 69.948 (74,1 %) eran adultos, es decir 53.675 (56,9 %) hombres y 16.273 (17,2 %) mujeres. Los menores de edad retornados en todo 2022 sumaron 24.391 y representan el 25,8 % del total.
Los menores que cada año intentan llegar a Estados Unidos, según organismos de derechos humanos, lo hacen con la idea de reencontrarse con familiares o por la violencia que sufre el país.
Desde octubre de 2018 han salido varias caravanas con miles de centroamericanos, la mayoría hondureños, con el propósito de llegar a Estados Unidos.
Los que viven en el exterior, principalmente en EE.UU. y España, envían remesas familiares, las que a noviembre de 2022 superaron los 7.900 millones de dólares, según cifras del Banco Central de Honduras.