La AIB indicó que el Gobierno del país africano tomó el pasado miércoles la decisión de romper un acuerdo vigente desde 2018 que regía la presencia de tropas francesas en su territorio.
Los efectivos galos tienen un mes para abandonar el suelo burkinés, informó la agencia estatal.
En los últimos meses se han sucedido en Burkina Faso protestas teñidas de un fuerte sentimiento antifrancés y los manifestantes han pedido en reiteradas ocasiones a las autoridades del país que se alíen con Rusia para luchar contra los grupos yihadistas.
En este contexto, las autoridades burkinesas solicitaron a Francia el pasado diciembre la salida del país del embajador francés, Luc Hallade.
Aunque los motivos de este aumento de las tensiones bilaterales no han trascendido, la prensa francesa relaciona este incidente con comentarios del diplomático ante el Senado el verano pasado, en los que afirmó que la violencia en Burkina Faso ha adquirido tintes endémicos y próximos a una guerra civil.
Burkina Faso sufre frecuentes atentados yihadistas desde abril de 2015, perpetrados por grupos ligados tanto a Al Qaeda como al Estado Islámico, especialmente en el norte del país.
El país encajó dos golpes de Estado el pasado año: uno el 24 de enero, dirigido por el teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba, y otro el pasado 30 de septiembre, por el capitán Ibrahim Traoré, actual jefe de Estado.
La toma del poder por los militares tuvo lugar en ambas ocasiones tras el descontento entre la población y el Ejército por los ataques yihadistas, que mantienen desplazadas a cerca de 1,9 millones de personas, según datos del Gobierno.