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"La economía rusa llegó al 2023 con un mayor nivel de actividad económica que el esperado hace uno o dos trimestres atrás", informó el regulador ruso.
Según el BCR, el incremento de los gastos del presupuesto debido a la ampliación del déficit presupuestario "impulsará adicionalmente la demanda en la economía".
"A juzgar por los indicadores operativos, la economía rusa incrementó su actividad a fines de 2022 ante todo en la industria, la agricultura y los servicios", indicó el BCR, según el cual la dinámica positiva durante los últimos dos meses se debió a una alta demanda exportadora y en pedidos estatales.
A su vez, el crecimiento agrícola aupó a la industria alimentaria, precisaron los expertos del regulador bancario.
Por otro lado, la reducción de las ganancias en el sector no financiero de la economía y las tensiones geopolíticas "afectaron de modo adverso a las inversiones del sector privado", lo cual "genera un riesgo para la actual dinámica positiva de la economía", observó el BCR.
Pero en particular, el informe subrayó que los topes de precios al crudo y los derivados del petróleo ruso impuestos por Occidente tuvieron "una influencia limitada" sobre los niveles de exportación "debido a la actual coyuntura del mercado".
El BCR reconoció que "partiendo de la cantidad y calidad de los recursos laborales y el capital básico, así como del nivel tecnológico, la economía rusa se presenta algo más débil que en 2021".
Sin embargo, esto no debe impedir a la economía rusa incrementar en 2023 la producción industrial en momentos que otras economías atraviesan una etapa de estancamiento, aseguró el informe, según el cual en este año son posibles "procesos económicos positivos junto a un incremento de la presión inflacionaria".