China acude al "big data" para atajar nuevas formas de corrupción

Pekín, 27 mar (EFE).- El órgano anticorrupción del Partido Comunista de China (PCCh), la Comisión Central para la Inspección de la Disciplina (CCDI), anunció el uso de macrodatos ("big data") para investigar nuevas formas de corrupción como las "compañías fantasma" y la "puerta giratoria" entre la política y los negocios.

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La poderosa entidad señaló en un informe publicado en su página web que empleará "nuevas tecnologías y medidas como el uso del 'big data' para mejorar la eficiencia de los esfuerzos anticorrupción", recoge el diario oficialista Global Times.

Varios organismos disciplinarios a nivel local en provincias como Zhejiang o Jiangsu (ambas en el este) ya han comenzado a utilizar este recurso mediante "laboratorios de inspección de 'big data'" para detectar "cadenas ocultas de beneficios" procedentes de actuaciones ilícitas.

"Podemos atar cabos sobre información de personas, hechos y objetos que inicialmente parecen tener poca relación, monitoreando de cerca cada aspecto del ejercicio del poder público", afirmó Chen Meihua, funcionario del organismo anticorrupción de Jiande, en Zhejiang.

Chen explicó que mediante la comparación del "big data" y la verificación de la información sobre los negocios de miembros del Partido Comunista, dirigentes y personal en puestos "clave", así como la de sus familiares, "se pueden encontrar pistas sobre problemas de forma rápida y mejorar la calidad, eficiencia y exactitud de la supervisión".

Según el informe de la CCDI, "aunque la tendencia a la corrupción ha sido frenada de forma efectiva, la tarea de erradicar el caldo de cultivo para que vuelva a suceder sigue siendo ardua".

Entre las nuevas formas de corrupción que menciona el organismo figuran las empresas y accionistas "fantasma", que operan legalmente pero emplean "métodos de difícil detección para transferir beneficios a dirigentes".

Tras su llegada al poder en 2012, el actual secretario general del Partido Comunista de China (PCCh) y presidente del país, Xi Jinping, comenzó una campaña anticorrupción en la que numerosos altos cargos chinos han sido condenados por aceptar sobornos millonarios.

Si bien esta campaña, uno de los programas estrella de Xi, ha destapado importantes casos de corrupción en el seno del PCCh, algunos críticos han apuntado a que también podría estar siendo utilizada para acabar con la carrera política de algunos de sus rivales.

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