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La misión especial de la ONU en Libia (UNSMIL) valoró el acuerdo como el "mayor" de la última década y subrayó la necesidad de que el diálogo continúe dentro del país, al margen de "la injerencia extranjera, los enfrentamientos y toda forma de violencia", indicó la misión en un comunicado.
Las conversaciones entre destacados líderes militares y de seguridad, tanto del este como del oeste de un país dividido políticamente, finalizaron esta madrugada en el complejo de salas Rixos, en la capital de Trípoli, en presencia del enviado especial de las Naciones Unidas para Libia, Abdullah Bathily.
Al término de la reunión, el Comité mostró su apoyo a los esfuerzos de reconciliación nacional y la unificación de las instituciones militares y se comprometió a proteger el proceso electoral para posibilitar la celebración de comicios este año 2023.
La UNSMIL animó a continuar con los trabajos, hasta formar "un gobierno unificado para todas las instituciones estatales", y urgió a que "la Cámara de Representantes (Parlamento) y el Alto Consejo del Estado cumplan las tareas que les han sido encomendadas" para formalizar una base constitucional y un calendario electoral.
El Comité Militar acordó continuar con los encuentros en una próxima reunión en la ciudad oriental de Bengasi durante este mes de Ramadán y otra en la de Sirte, localidad estratégica entre el este y el oeste del país.
Este encuentro en Trípoli sigue al celebrado la semana pasada en Túnez, bajo los auspicios de las Naciones Unidas, con el objetivo de unificar las instituciones militares y de seguridad, y formar una fuerza conjunta para asegurar las fronteras del sur y los campos petroleros.
El Comité Militar Conjunto 5+5 está compuesto por fuerzas en representación del Ejército Libio, del Gobierno de Unidad Nacional con sede en Trípoli, y del Ejército Nacional Libio, del mariscal Jalifa Haftar, hombre fuerte del territorio oriental de Libia.
Los jefes de Estado Mayor del oeste y del este, Mohamed al Hadad y Abdulrazak al Nadori, respectivamente, participaron también en el encuentro.
Dos ejecutivos enfrentados se dividen el poder en el país, Fathi Bashaga, designado primer ministro hace un año por el Parlamento del este y establecido en Sirte, y Abdulhamid Dbeibah, con base en Trípoli y cuyo mandato de transición estaba destinado a acompañar el proceso electoral.