Según los medios italianos al final de las 8 horas de huelga fueron cerca un millar los vuelos cancelados en todos los aeropuertos italianos, unos 150 entre llegadas y salidas en los aeropuertos de Malpensa y Linate, de Milán (norte) de un total de 800 programados, mientras que también hubo otras 150 cancelaciones en el aeropuerto de Fiumicino, en Roma, uno de los más afectados.
En el aeropuerto de Nápoles se cancelaron 118 vuelos: 59 de llegada y 59 de salida, de un total de 284 vuelos previstos inicialmente, indicó Gesac, la sociedad gestora del aeropuerto, mientras que en Cerdeña fueron 50 viajes, otros 100 entre Palermo y Catania, 30 en Turín y un centenar en Venecia.
Sin embargo, a pesar de que la adhesión a la huelga fue muy alta y las cancelaciones numerosas no se produjeron escenas de caos en los aeropuertos y la jornada transcurrió relativamente tranquila pues las compañías habían avisado con anterioridad de la huelga, que fue convocada en junio, y se pudo reubicar a los pasajeros en los primeros vuelos útiles y en algunos casos con aviones más grandes.
La compañía Ita Airways comunicó ya este jueves que se habían cancelado para hoy 133 vuelos y anunció que ha activado un plan extraordinario al volver a reservar en los primeros vuelos disponibles al mayor número posible de viajeros implicados en las cancelaciones y que el 40 % podrá volar el mismo día de la huelga.
La huelga fue convocada por los trabajadores de tierra de los aeropuertos italianos para protestar ante la falta de renovación del contrato laboral y salarios demasiados bajos.
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