"Estamos preocupados por la seguridad de la ministra de Exteriores y las informaciones de que ha sido amenazada y ha tenido que huir del país", dijo el portavoz Stéphane Dujarric, en su rueda de prensa diaria.
"Su seguridad es primordial e imperativa", insistió Dujarric, que rechazó por otra parte emitir ningún comentario sobre la idea de que Libia e Israel establezcan en el futuro relaciones diplomáticas, un tema aún tabú en ciertos países árabes.
El ministerio de Exteriores libio precisó que el encuentro de Mangush fue "accidental y no oficial" y condenó "el uso de la reunión de manera no profesional por parte de la prensa hebrea, internacional y libia", pero horas después de la crisis finalmente fue destituida.
El ministerio de Exteriores israelí calificó por su parte esa reunión como "histórica" y dijo que "se trata del primer paso para una relación entre Israel y Libia", en el marco de los Acuerdos de Abraham, para normalizar relaciones diplomáticas con varios países árabes, a los que hasta ahora se han sumado Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Marruecos.
"El tamaño y la ubicación estratégica de Libia confieren a los vínculos con ella una enorme importancia y un enorme potencial para el Estado de Israel", indicó el Ejecutivo israelí.