ONG OceanCare lamenta que Islandia reanude la caza de ballenas tras 2 meses de suspensión

Ginebra, 31 ago (EFE).- La organización internacional para la conservación de los océanos OceanCare lamentó la decisión tomada hoy por Islandia de reanudar la caza de ballenas, después de más de dos meses de suspensión y una investigación del propio país nórdico en la que se demostraba que esta práctica era cruel para esos animales.

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"Estamos profundamente decepcionados por la decisión, que va totalmente en contra de los hechos demostrados de que disponen el Gobierno y el pueblo de Islandia", afirmó en un comunicado el director de relaciones internacionales de OceanCare, Nicolas Entrup.

Según la organización, los dos buques balleneros de Islandia ya abandonaron el miércoles el puerto para reanudar sus actividades, incluso un día antes de que la reanudación fuera anunciada por la ministra de Alimentación, Agricultura y Pesca de Islandia, Svandís Svavarsdóttir.

La suspensión temporal de la caza de ballenas en Islandia se había anunciado el 20 de junio, tras conocerse mediante inspecciones de la Autoridad Alimentaria y Veterinaria de Islandia que algo más del 40 % de los 58 ejemplares de ballenas estudiados no habían muerto instantáneamente.

"A dos ejemplares hubo que dispararles cuatro veces: matar a una de ellas les llevó casi una hora, y dos horas a la otra", recordó OceanCare, señalando que tras estas inspecciones se concluyó que la caza de ballenas no cumplía la Ley de Bienestar Animal de Islandia.

La suspensión ha finalizando bajo la condición de imponer normativas más estrictas en la caza de ballenas, aunque según Entrup "es casi seguro que los balleneros islandeses no cumplirán los nuevos requisitos impuestos".

"Es necesario poner fin a esta práctica cruel, innecesaria y obsoleta", concluyó el responsable de relaciones internacionales de la ONG.

Este tipo de caza en Islandia se limita actualmente al rorcual común, la segunda especie de ballena más grande del planeta, solo por detrás de la ballena azul, y que puede llegar a pesar 80 toneladas, alcanzar una longitud de hasta 26 metros y vivir 90 años.

La especie es considerada vulnerable en la lista de especies amenazadas que elabora la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), aunque Islandia, de manera similar a Japón, continúa su caza bajo el argumento de hacerlo con supuestos fines de "investigación".

Entre 2019 y 2021 no se cazó en el país nórdico ningún ejemplar, pero en 2022 se reanudó la práctica y murieron 148 rorcuales a manos de los balleneros locales.

Islandia, Noruega y Japón son los únicos países que practican la caza comercial de ballenas, aunque el Gobierno islandés anunció el año pasado su intención de suspender la caza en 2024 debido a la caída del consumo de esa carne.

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