La fiscalía de Ivrea, que investiga el accidente, considera que el origen del mismo fue la mala comunicación, ya que las víctimas estaban trabajando en las vías sin el permiso de la compañía, según los medios locales.
Los dos sospechosos son Antonio Massa, de 46 años, encargado de la Red Ferroviaria Italiana (Rfi) en la zona donde trabajaban las víctimas, todas ellas de la sociedad Sigifer, y Andrea Girardin, de 52, jefe de obra de la compañía y compañero de los cinco fallecidos.
Girardin, que se salvó porque vio los faros del tren justo a tiempo de cambiar de vía, se encuentra en estado de shock y no cesa de repetir los nombres de sus compañeros, con los que trabajaba desde hace años, según explicó su cuñada a la prensa.
"Las primeras investigaciones han revelado graves irregularidades en las fases previas al desastre. Lo ocurrido podría haberse evitado si el procedimiento se hubiera seguido correctamente", dijo la fiscal jefe, Gabriella Viglione.
Ya este jueves, solo horas después de la tragedia, el ministro italiano de Transportes, Matteo Salvini, la achacó a un "error humano" y hoy se han convocado varios paros para pedir "penas más severas" para los culpables de los accidentes laborales.
También están prestando declaración judicial los dos maquinistas que viajaban en la cabina del tren que arrolló a los cinco trabajadores, de entre 22 y 52 años, cerca de la estación de Brandizzo y cuyos cuerpos, debido al brutal impacto, fueron arrastrados varios centenares de metros.
Tanto los dos investigados como los dos maquinistas salieron ilesos, aunque tuvieron que recibir atención psicológica en el hospital de Chivasso.
"Continuarán las verificaciones para comprobar si el procedimiento en su conjunto puede considerarse seguro. Lo sucedido ha puesto de manifiesto que el mecanismo de garantía no era suficiente para proteger un trabajo tan delicado en un lugar tan peligroso como el de las vías férreas", subrayó la fiscal Viglione.
El accidente ha conmocionado al Italia, un país con un alto índice de siniestralidad laboral.
"Morir de noche en una vía no es admisible en 2023. La fiscalía está investigando. La norma ya hoy prevé que no se pueda trabajar en las vías del tren si no se ha certificado que el trafico está suspendido. Evidentemente corresponde a la fiscalía saber qué hacían allí, aunque parece ciertamente un error humano", dijo Salvini.
El presidente italiano, Sergio Mattarella, expresó su "dolor" porque "morir en el trabajo es un ultraje a los valores de la convivencia", mientras que el papa Francisco se refirió al tema durante el vuelo que le ha llevado a Mongolia en su 43 viaje internacional: "Los accidentes en el trabajo son una calamidad y una injusticia y siempre por la falta de cuidado. Los trabajadores son sagrados", dijo.