Así lo han avanzado en sendos comunicados la delegación del PSOE en la Eurocámara y el grupo de los Verdes/ALE (en el que se enmarca ERC) después de que la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, lo haya añadido en sus comunicaciones al inicio de la reunión de la Mesa de este lunes a las 18:00 horas en Estrasburgo.
Fuentes parlamentarias indican que la cuestión se tratará con vistas al debate previsto para el próximo 19 de septiembre en el Consejo de Asuntos Generales de la UE, que se celebra en Bruselas, para dar rango oficial a estos tres idiomas en toda la Unión Europea tras la solicitud del Gobierno en agosto, pero que no se prevé ningún voto este lunes.
De hecho, al tratarse de una comunicación de una presidenta no acompañará al debate ningún documento, sino que se hará sólo de forma verbal.
"Tendrá lugar una discusión inicial, que en todo caso no significa que hoy se vayan a tomar decisiones a nivel de la Mesa. Es una discusión inicial, quizás con el encargo a la administración de examinar las posibles consecuencias de lo que podría ser una decisión en el seno del consejo o interna del propio Parlamento", explicó posteriormente el portavoz del Parlamento Europeo, Jaume Duch, en rueda de prensa.
El debate sobre la oficialidad de estos idiomas en la UE es paralelo al del uso de las lenguas cooficiales españolas en los plenos de la Eurocámara, que había pedido España en 2022 y sobre el que aún no se había tomado una decisión; los Verdes han solicitado, de hecho, que a partir de esta tarde se establezca un calendario definitivo que culmine con un voto sobre el tema.
En cualquier caso, y aunque son dos trámites diferentes, la potencial inclusión del catalán, gallego y euskera como lenguas oficiales en la Unión Europea supondría de facto que estas lenguas podrían usarse en los plenos del Parlamento Europeo.
La reunión del martes 19, en la que se tratará su oficialidad en toda la Unión Europea, permitirá a España -que además ostenta la presidencia semestral del Consejo- tantear si entre sus socios existe la unanimidad necesaria para que salga adelante, un consenso sobre el que, según aseguran fuentes diplomáticas, se está trabajando desde hace semanas.
Sólo en el caso de que la unanimidad esté garantizada se produciría un voto el día 19 de septiembre.
Entre los potenciales obstáculos, otros países señalan el coste de la propuesta o la excesiva rapidez con la que se está tramitando la iniciativa, además de la posibilidad abierta de que otros países soliciten la inclusión de otros idiomas que se hablen en sus territorios en la lista de lenguas oficiales de la UE.