El autoproclamado primer ministro y comandante de la junta militar, Min Aung Hlaing, y el jefe naval ruso, el almirante Nikolai Yevmenov, presidieron en Rangún la ceremonia previa al comienzo de los ejercicios, que discurren hasta el jueves en el Mar de Andamán, informa el diario oficialista The Global New Light of Myanmar.
El destructor Admiral Tributs y el buque antisubmarino Admiral Panteleyev, de la Flota rusa del Pacífico, arribaron el viernes al puerto de la antigua capital y principal ciudad birmana para participar en los simulacros que incluyen "ataques aéreos, marinos y submarinos".
Según el Ministerio de Defensa de Rusia, los marineros de ambos países también practicarán maniobras defensivas ante ataques terroristas con lanchas rápidas.
Rusia es uno de los principales aliados de la aislada junta militar birmana que tomó el poder mediante el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021 y derrocó al gobierno electo de Aung San Suu Kyi.
Desde la sublevación, Moscú ha vendido armas a Naipyidó por valor de 406 millones de dólares (casi 380 millones de euros), según dijo en mayo el relator especial de las Naciones Unidas para Birmania.
Por su parte, Birmania, que se enfrenta a duras sanciones internacionales, ha calificado de "justificada" la invasión rusa de Ucrania.
El golpe militar sumió al país en una profunda crisis económica, política y social, que ha exacerbado los conflictos internos que sufría el país con minorías étnicas y ha provocado un enfrentamiento violento con las fuerzas defensoras de la democracia.
Según la Asociación para la Asistencia de los Presos Políticos de Birmania, las fuerzas de la junta han matado a 4.174 personas desde el golpe de Estado, mientras que 19.653 están en prisión de forma arbitraria.